El Cabildo de Quito admite fallas en la entrega de viviendas de la Ciudad Bicentenario. Afectados no quieren alargues.

“Rodas escucha, Bicentenario está en la lucha”, fue el grito que llevó ayer al Municipio de Quito un grupo de manifestantes -que representan a 1.300 familias- de la segunda etapa del proyecto Ciudad Bicentenario (Pomasqui). Andrea Encalada señaló que el Municipio de Quito no les entrega sus viviendas, a pesar de que -en muchos casos- ya han pagado la totalidad. Las casas estaban valoradas entre $ 7.000 y $ 12.000. Según Encalada, en muchos casos solicitaron créditos. Por ejemplo, en su caso paga mensualmente $ 250 por un crédito que pidió a 4 años, pero también paga arriendo porque no tiene casa propia.

“Pedimos de manera inmediata que el alcalde nos entregue las viviendas. Hace más de 2 años están construidas, pero no nos entregan”, dijo. Agregó que en la administración del alcalde Augusto Barrera se entregaron las casas. “Vimos que se construyó, pero no avanza ni un centímetro en esta administración”. Comentó que en las alcaldías de Paco Moncayo y Barrera se entregó el 56% de las viviendas y ahora hay 1.300 perjudicados.

De ellos, según Encalada, 300 han muerto y otros se desilusionaron porque los proyectos habitacionales no avanzan. Indicó que la construcción de las viviendas se inició en 2012, pero consideran que el valor se duplicó, “y ahora la nueva administración quiere hacer un negociado con ello”. En enero se reunieron con el alcalde Mauricio Rodas y, según Encalada, se comprometió a entregar las casas, pero “hasta ahora no recibimos nada, no podemos esperar”.

Los manifestantes cerraron más de dos horas la calle Venezuela, frente al Cabildo. Se produjeron enfrentamientos con la Policía, porque no desalojaron el lugar. Sebastián Suquilanda, gerente de Hábitat del Municipio, señaló que el proyecto no avanza por errores en el presupuesto y en la planificación en la administración de Barrera, y que desde allí se paralizó la obra. Dijo que las familias dejaron de pagar hace años, “incumplieron con sus obligaciones”.

Sin embargo, Gladys Galarza dijo que con su jubilación pagó la casa, “y ahora no tengo nada, ya está terminada y no la tengo”. Fanny Trujillo señaló que la casa fue el sueño de su madre, quien falleció hace 3 años y no vio su vivienda. Según Suquilanda, en la segunda etapa se contemplan 863 casas.