La empresa argentina Sarmiento SA se encarga de los trabajos de rehabilitación de las 11 paradas de buses, en el norte de Quito, que resultaron afectadas por vandalismo en los últimos días.

Créditos: El Telégrafo.

Christian Zaragocín, gerente de Operaciones de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), señaló que el contrato también abarca obras de mantenimiento continuo y correctivo. El contrato además incluye la construcción de 414 paradas en la ciudad. El funcionario añadió que 11 estaciones resultaron afectadas.

Con grafitis fueron las de la Shyris y Naciones Unidas, así como las de Amazonas y sus intersecciones con las vías Iñaquito, Blasco Núñez de Vela, Atahualpa. También la de la avenida América y Cuero y Caicedo. Asimismo, personas desconocidas pegaron adhesivos en las paradas de la 12 de Octubre y Lizardo García. Además, en la Shyris y Portugal.

Lo más preocupante es que desconocidos afectaron con ácido los vidrios de las paradas de la avenida De los Shyris y sus intersecciones con la Suecia, Bélgica y Eloy Alfaro. Lo mismo pasó en la 6 de Diciembre y Wimper. «Es un ácido muy fuerte (…) Hay que reponer el vidrio completo», señaló Zaragocín. Ante ese tipo de actos vandálicos, el Municipio informó que el tiempo de respuesta que ha tenido las notificaciones es de máximo 48 horas. Es decir, las paradas ya fueron rehabilitadas.

Sin embargo, este Diario hizo un recorrido hoy, jueves 5 de julio del 2018, en las paradas de la avenida Shyris y sus intersecciones con Eloy Alfaro, Naciones Unidas y Portugal. Se constató que nuevamente fueron pintadas con grafitis. Hasta el momento -explicó Zaragocin- no se ha identificado a quienes destruyeron las paradas.

Se trató de hacerlo con las cámaras del sistema semafórico, pero no hubo resultados. También se busca la colaboración del Sistema ECU 911 para localizar a los responsables. Las autoridades municipales advirtieron que quienes causen daños a los bienes públicos reciben una sanción de uno a cinco días de prisión o trabajo comunitario.

Fuente: El Comercio