De las 299 solicitudes de extradición que ha recibido la Corte Nacional de Justicia (CNJ), 284 han sido resueltas y 15 se encuentran en trámite, entre ellas la del excontralor del Estado Carlos P., en el que falta por completar información.

Según informó la mañana de este martes la presidenta de la CNJ Paulina Aguirre Suárez, luego de que el viernes asumió funciones se está poniendo al tanto de este y de los demás temas del organismo judicial.

No obstante anticipó que la tarea desplegada por su antecesor, Carlos Ramírez, tendrá continuidad, particularmente en el tema académico y la implementación de líneas jurisprudenciales con el apoyo de todos los jueces. Aguirre, reveló que en la primera reunión del pleno de la CNJ renovada, que se cumplió el pasado viernes, a más de su elección como presidenta, se procedió a la integración de las salas especializadas de la Corte.

De igual manera, informó que en reemplazo del juez Vicente Robalino, quien falleció en abril de 2016, ha sido designada la conjueza Beatriz Suárez Armijos, quien ya está actuando como jueza de la Sala de lo Civil y lo hará hasta enero de 2021. El pleno de la CNJ mantendrá mañana su segunda reunión bajo la dirección de Paulina Aguirre, para entre otras cosas tratar el resorteo de causas.

“Se ha preparado una resolución que la trataremos en un pleno especial para aprobarla, modificarla o receptar sugerencias, pero en un principio de van a resortear las causas de los jueces salientes a los jueces entrantes”.

En cuanto a la posibilidad de que la CNJ proponga reformas al Código Orgánico Integral Penal, Aguirre recordó que es una facultad que se la analizará junto con los jueces de la Sala Penal y de otras materias.

Respecto a ser la primera mujer en presidir la CNJ, señaló que más allá de la satisfacción y orgullo personal “me siento satisfecha y orgullosa, porque siento que estoy abriendo un camino para las mujeres judiciales y profesionales de este país que aspiran a ocupar cargos y dignidades donde se les permita poner al servicio de los demás los conocimientos y profesionalismo”.

Fuente: El Telégrafo