El Metro de Quito es el proyecto vial más ambicioso por el que miles de quiteños esperan desde hace más de cuatro años, cuando se anunció, por primera vez, su inauguración.

Foto: El Comercio

Ahora, la apertura se anunció en dos etapas: la primera, en la que la ciudadanía podrá ingresar a algunas estaciones, aunque los trenes no estarán operativos. La segunda, que iniciará el 5 de enero de 2023 y finalizará el 4 de marzo, permitirá que los quiteños usen este sistema de transporte de forma gratuita.

En Notimundo A La Carta, Fernando Carrión, exconcejal de Quito y académico de la FLACSO, aseguró que esta “doble inauguración” responde al cumplimiento de una agenda política pues uno de los cuatro objetivos del alcalde Santiago Guarderas era la inauguración del Metro.

Este compromiso y los constantes traspiés que ha pasado el proceso de construcción y adjudicación de la operación del Metro, llevaron a que se de una apresurada apertura que, según Carrión, acarrea varios problemas a futuro.

Por ejemplo, detalló que recién el próximo año Quito va a tener que pagar los créditos que se hicieron para la construcción de este sistema de transporte. “El cálculo que se ha hecho es que eso va a costar entre 60 y 70 millones de dólares durante 20 años, eso significa más o menos lo que el Municipio está cobrando este rato por impuesto predial”, enfatizó Carrión y agregó que esto se traduce en la disminución de obras para los años que vienen.

Agregó que uno de los grandes problemas que se van a presentar cuando inicie el funcionamiento del Metro es la poca afluencia de pasajeros. “Se hizo el cálculo con 400 mil pasajeros por día y a mí me da la impresión de que, en el mejor de los casos, tendremos entre 120 y 150 mil”, explicó Carrión.

A esto se suman delitos comunes en este tipo de medios de transporte como el robo por la afluencia de personas, violencia de género y hasta suicidios, indicó Carrión.

Finalmente, el exconcejal recomendó urbanizar el Metro de Quito. Esto quiere decir articular los distintos modos de transporte con el Metro para que haya más pasajeros, así como lograr que las paradas tengan un vínculo con el sistema vial.

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