Johnathan C., pastor evangélico, fue sentenciado a 25 años de reclusión por ser el autor intelectual y material de la desaparición de Juliana Campoverde; además, se ordenó el cierre de la Iglesia Oasis de Esperanza.

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El desgarrador grito de "Asesino" irrumpió el silencio después de dictada la sentencia contra Jonathan C. Crédito: El Telégrafo

El Tribunal de Garantías Penales de Pichincha dictó, este miércoles 17 de julio, una sentencia de 25 años de reclusión mayor especial para el pastor evangélico Jonathan C., por el delito de plagio con resultado de muerte de Juliana Campoverde.

El fallo dispone una indemnización de USD 100 mil para la familia de la joven, reportada como desaparecida el 7 de julio del 2012. Además, como medida de reparación el cierre Iglesia Oasis de Esperanza.

También se dispuso que la Fiscalía y la Policía Nacional traten los casos con enfoque de género. Absalón Campoverde, padre de Juliana, agradeció a la fiscal, Mayra Soria, por impulsar el proceso hasta que se resolviera el caso.

Recalcó que si bien hay una sentencia condenatoria, «todavía no sabemos dónde está Juliana. La seguiremos buscando«. El grito desgarrador de «asesino» irrumpió en el silencio de minutos que se formó cuando la jueza, Sara Costales, dio por concluida la audiencia.

Luego hubo un altercado entre familiares de Juliana y allegados del pastor. Tuvieron que intervenir policías y el sentenciado fue sacado de la sala con resguardo policial. En la reinstalación de la audiencia de juicio, la defensa de Jonathan C. llamó a dos personas más para dar su versión: un perito policial que analizó la letra de dos cuadernos espirales que pertenecían a la joven, y se tomó la versión de una testigo.

Luego de escuchar ambas versiones, Paúl Ocaña, abogado del pastor evangélico, informó al tribunal que su cliente se acogió al derecho al silencio, por lo que no dio su versión. Hasta las 10:40 horas, las partes procesales presentaron sus alegatos.

Fiscalía indicó que se ha comprobado que el pastor fue el autor intelectual y material de la desaparición de Campoverde. Mientras que la defensa reiteró que no hay materialidad del delito.

Antes que se instale la diligencia, Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana, reiteró su deseo de que haya sanción contra el sacerdote evangélico. Reiteró que la Fiscalía presentó pericias técnicas, testimonios y pruebas documentales. Luego de escuchar los argumentos, el Tribunal inició su deliberación para dictar sentencia.

Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK