El Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC) dará la baja a 33 canes que cumplieron su tiempo de trabajo en la Unidad e ingresarán en un riguroso programa de adopción para que puedan descansar como una mascota, al cuidado de alguna familia que así lo requiera.

Por el momento, se están realizando los trámites administrativos, médicos y técnicos, para conocer el estado en el que se encuentran los perros policías. Según el capitán Eduardo Serrano, todos los años los canes deben someterse a certificaciones de aptitudes y actitudes para conocer si pueden cumplir o no con los trabajos policiales encomendados. Estos son de movilidad, olfato y vista.

Cuando se tiene esos informes se convoca, a través de una rueda de prensa, al programa de adopción. Los postulantes que deseen adoptar a los canes deben inscribirse para luego ser analizados por una comisión que tendrá la misión de investigar si tienen las posibilidades de espacio y económicas para mantener a los perros como ellos están acostumbrados.

Si pasan estos aspectos firmarán un acta en la que se comprometan a no utilizarlos con fines comerciales ni reproductivos y menos de trabajo. Serrano indica que estos perros tienen una edad promedio de seis a 10 años y lo que ellos necesitan es una familia con quien pasar sus últimos años de vida ya que tienen mucho amor para ofrecer. Este proceso al que ingresan no es porque estén enfermos o que no puedan realizar caminatas o juegos.

La mayoría de razas que tiene el CRAC son labradores, pastores alemanes, golden retriever, mestizos, entre otros. El 80 % de los canes se quedan con sus instructores, con quienes han pasado la mayor parte de su vida laboral.

Serrano especificó que bajo ningún motivo, los perros policías que son dados la baja son sacrificados o ‘dormidos’. Si es que no logran ser adoptados, ellos se quedan en las diversas unidades del CRAC en el país, donde fallecen por causas naturales. Allí son cuidados hasta el último día de vida.

Uno de los canes que ingresará al programa de adopción es Rocky, un pastor alemán de pelo largo, de 9 años, que no cumple ya con los trabajos encomendados pero que tiene mucha energía y mucho amor para dar. Por el momento tiene gran cantidad de interesados en su adopción, usted puede ser uno de ellos.