Donald Trump se prepara ya para ocupar la Casa Blanca, y Estados Unidos y el mundo intentan superar la estupefacción, entender qué ha ocurrido y adaptarse a la nueva realidad.

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Contra todo pronóstico y echando abajo todas las encuestas que le aseguraban una derrota, Donald Trump fue elegido el pasado martes como el 45.º presidente de Estados Unidos en lo que fue la asombrosa culminación de una campaña explosiva, errática y llena de agravios contra las instituciones y los ideales tradicionales de la democracia estadounidense.

El resultado electoral desafió las últimas encuestas que mostraban a Hillary Clinton con un liderazgo modesto pero persistente y provocó reacciones instantáneas en todo el país y el mundo, donde los escépticos habían observado con alarma la campaña presidencial del abanderado republicano.

Trump, de 70 años, ganó en 289 votos electorales, superando a Hillary Clinton, que logró 218, según proyecciones de CNN, y esta situación provocó pánico financiero y una inestabilidad inmediata entre los aliados internacionales de Estados Unidos. Por ejemplo, las bolsas asiáticas operaron y cerraron el día de las elecciones en fuerte baja y las de Europa cayeron a media rueda, con excepción de la bolsa de Rusia, que registró en alza, a contracorriente de la tendencia mundial.

Los mercados de la región Asia-Pacífico cerraron con pérdidas de hasta 5,36%, como la ocurrida en la bolsa de Tokio, o de 2,98% en la de Taiwán y 2,25% en la de Corea del Sur. Los futuros de EE.UU. también tenían tendencia bajista, según datos de la agencia Bloomberg: el índice Standard & Poor’s bajaba 1,9% en Londres y los contratos del Dow Jones Industrial perdían 315 puntos, hasta caer cerca de 1,7%.

En su primer mensaje como presidente electo de Estados Unidos, Trump dijo que será el mandatario «de todos los estadounidenses», y se comprometió a tratar con justicia a todos los países. «Estarán muy orgullosos de su presidente», dijo Trump a sus seguidores desde Nueva York, luego de confirmar su victoria frente a la demócrata Hillary Clinton.

Rodeado por sus familiares, el nuevo presidente estadounidense dijo que Clinton, lo había llamado por teléfono para felicitarlo por su victoria y afirmó que Estados Unidos tiene una «deuda de gratitud» con ella.

Según la BBC, hay cinco razones que explican la sorprendente victoria de Donald Trump. Primero, un rechazo al sistema y a la clase política tradicional; segundo, el desencanto de los norteamericanos con la situación económica; tercero, el discurso del miedo y el eco de los medios de comunicación; cuarto, la impopularidad de Hillary Clinton; y por último el voto oculto, en referencia que el apoyo latino a la exsecretaria de Estado fue menor de lo anticipado.

Para Fander Falconí, excanciller de Ecuador y catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, con el triunfo de Donald Trump el mundo sale perdiendo por las declaraciones del candidato Republicano durante la campaña, en la que estuvo ausente el debate sobre temas trascendentales sobre política, comercio DDHH y cambio climático..

Falconí señaló que convencionalmente, la agenda del Partido Republicano cuando ha llegado al poder se ha sostenido en una política que propicia los acuerdos de libre comercio, favorece la libertad de mercado, y los procesos de regulación y privatización. Pero  sobre todo, dijo, es una agenda que en política internacional es claramente intervencionista y belicista.