Las reformas estructurales a la educación que realiza el Gobierno aperturó la oportunidad para que los estudiantes puedan acceder a una profesión, a diferencia de los otros miembros de su familia que nunca la tuvieron. Este dato se desprendió de los resultados del último Examen Nacional para la Educación Superior (ENES).

El Ciudadano

Según la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), el 68% de los bachilleres que accedió a un cupo universitario, en la última convocatoria del ENES, forman parte de la primera generación en sus familias que acceden a formación de tercer nivel.

René Ramírez, secretario de la Senescyt, dijo que la política pública sobre educación superior, está enfocada en construir una sociedad de calidad, de oportunidades y méritos. “Gracias al trabajo mancomunado con las universidades públicas y los institutos técnicos y tecnológicos avanzamos por el principal motor de la transformación de la sociedad, la educación”, afirmó.

El funcionario destacó que en muchos casos, los padres de estos estudiantes lograron solo terminar la educación primaria y un bajo porcentaje el bachillerato. “El que sus hijos se integren a la universidad, marca un cambio en el paradigma de estas familias, quienes históricamente su prioridad era que los sus miembros se integren a la fuerza laboral, pues no había ni tiempo ni recursos para estudiar, perpetuando así, la precariedad laboral”, concluyó el titular de la Senescyt.