Adrián G., de nacionalidad venezolana, disparó en tres ocasiones contra una mujer a la que no logró robarle su cartera en las inmediaciones del Centro Comercial Iñaquito (CCI), en el norte de la ciudad.
La víctima falleció minutos después, pero la Policía Nacional logró detener al agresor luego de una persecución. El juez Ignacio Merchán acogió los elementos presentados por la Fiscalía para abrir una instrucción fiscal por el delito de asesinato.
Por cometer este crimen, en el que la víctima se encuentra en estado indefensión, inferioridad o hay aprovechamiento de su situación, la pena es de 22 a 26 años, según el artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal.
El supuesto homicida tiene 19 años y disparó contra la humanidad de la señora, de 69 años, antes de montarse en una motocicleta y escapar con dirección sur. Según el reporte de la Fiscalía es que el delincuente se bajó en la Avenida Eloy Alfaro y tomó un taxi para confundir a la Policía.
Sin embargo, el Grupo de Operaciones Motorizadas detuvo al vehículo en la Avenida 10 de Agosto y Colón. El fiscal Carlos Bastida presentó durante la audiencia de formulación de cargos un total de 15 elementos para responsabilizar a Adrián G. por el asesinato.
Las pruebas con las que contó el fiscal fueron los testimonios de testigos presenciales, del taxista y del agente policial que estaba fuera de servicio en el lugar de los hechos, quien alertó al ECU911 sobre lo ocurrido.
Adrían G. tenía el arma en su poder al momento de ser detenido por la policía. En la audiencia se acogió a su derecho al silencio.
Señora asesinada frente al CCI era una voluntaria que ayudaba a niños enfermos de cáncer
La señora que fue asesinada a las 13h30 el sábado 1 de febrero de 2020, frente al Centro Comercial Iñaquito, CCI, en el norte de Quito, ha sido identificada como Mariana Granja, de 68 años, una voluntaria que ayudaba a niños enfermos de cáncer.
La señora, que ha sido enterrada la mañana de hoy en el cementerio Monteolivo, en Quito, ejercía de voluntaria en la Fundación Cecilia Riadeneira, que trabaja «en el bienestar de niños y niñas con cáncer, y sus familias». En una esquela mortuoria publicada en Twitter, la fundación la describe como «una persona que dedicó su vida a servir a los demás con alegría».
Mariana Granja de Salazar, era natural de Quito y deja cuatro hijos y ocho nietos.
Granja esperaba cruzar la calle, a las 13h30, con una amiga de alrededor de 70 años, cuando fue interceptada por el individuo, quien disparó por más de una ocasión contra la mujer, uno de esos impactos la hirió en la cabeza, según ha narrado El Universo.
Fue ingresada al Hospital Vozandes, con un trauma craneoencefálico, pero murió a las pocas horas.
Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK