En respuesta a la escalada de violencia, el presidente Nayib Bukele giró instrucciones al director de Centros Penales para que decretara máxima alerta en los cárceles donde están recluidos pandilleros.

Créditos: El Universo

En momentos en que El Salvador lucha por contener el avance del coronavirus y registraba una reducción significativa en los homicidios, la violencia volvió a estremecer al país centroamericano: 23 personas fueron asesinadas la víspera en diferentes puntos.

Las autoridades confirmaron esas muertes, lo que convirtió el viernes 24 de abril en el día más violento desde que el presidente Nayib Bukele asumió el poder el 1 de junio y luego de una reducción histórica en marzo de ese tipo de crímenes en medio de la lucha de las autoridades para frenar la propagación del nuevo virus.

En respuesta a la escalada de violencia, Bukele giró instrucciones vía Twitter al director de Centros Penales para que decretara máxima alerta en los cárceles donde están recluidos pandilleros con el argumento que de esos lugares salieron las órdenes de matar.

“Director Osiris Luna, ordene emergencia en todos los Centros Penales de pandilleros, por información de inteligencia de ordenes de homicidios emitidas desde ahí. Encierro absoluto 24 horas del día, durante todos los días mientras se realizan los operativo policiales”, escribió dijo Bukele.

El gobierno publicó un vídeo donde se puede observar que los custodios de la cárcel de Izalco, ubicado en el occidente del país, sacaron en fila a los pandilleros apenas vistiendo bóxer o calzonetas, agachados y con las manos atrás del cuello, hasta llegar a un patio donde los arrodillaron y luego los sentaron en fila para proceder a la revisión de las celdas.

Bukele también ordenó el aislamiento de los cabecillas de las pandillas, quienes no tendrán contacto con el exterior, de igual forma las tiendas permanecerán cerradas y todas las actividades al interior de los cárceles quedan suspendidas hasta nuevo aviso.

Como consecuencia de la violencia se iniciaron requisas en todas las cárceles donde guardan prisión unos 17 000 pandilleros.

Entretanto, el director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas, informó de la captura de cuatro pandilleros en la zona occidental del país, incluido un palabrero o cabecilla de grupo. Los pandilleros tienen órdenes de captura vigente por homicidio agravado y por pertenecer a organizaciones terroristas.

Antes de esta escalada de violencia homicida, hasta el 23 de abril, el Salvador reportaba, según registros oficiales, un promedio de 2,3 muertes violentas por día, después de tener registros de hasta más de 600 homicidios por mes.

Expertos en temas de seguridad sostienen que la baja en las cifras de muertes violentas era producto de las acciones destinadas a evitar la propagación del nuevo coronavirus, entre ellas la cuarentena domiciliar que obligaba a la personas a mantenerse en sus casas, mientras miles de policías y soldados patrullan las calles.

El Salvador cerró 2019 con 2398 homicidios, finalizando con un promedio anual de 6,6 muertos al día y una tasa de 35,8 asesinatos por cada 100 000 habitantes.

En El Salvador las maras o pandillas están integradas por más de 65 000 jóvenes y adultos, en su mayoría miembros de la Mara Salvatrucha. Se encuentran en barrios y comunidades populosas y según las autoridades están involucrados en el narcotráfico, la extorsión y el crimen organizado.

Entretanto, las autoridades continúan luchando para contener el avance del COVID-19. De acuerdo con el Ministerio de Salud, El Salvador registra 274 casos confirmados, ocho fallecidos y 75 recuperados.

Fuente: El Universo – Nota Original: aquí