Con el traslado del Duque y la Duquesa de Sussex a Los Ángeles, los tres se hicieron buenos amigos y Adele ha ayudado a sus nuevos vecinos a establecerse en los Estados Unidos.
Junto con su hijo Archie, que cumplió un año, Harry y Meghan han estado viviendo desde finales de marzo en Beverly Hills, en la impresionante mansión del productor musical Tylor Perry.
Según un informe del periódico inglés The Mirror, Adele y la pareja real viven a solo cinco minutos en automóvil.
La cantante ha vivido en una mansión de $9 millones desde 2016 con su hijo, mientras que Harry y Meghan decidieron alquilar una casa de más de $18 millones.
La residencia cuenta con ocho habitaciones y 12 baños en lo alto de una colina en Beverly Hills.