En ese mecanismo están incluidos el diésel automotor prémium y la gasolina extra.
El ministro de Energía, René Ortiz, señaló que el diésel ha subido más o menos 3,9 centavos de dólar. Además, que el Ministerio de Finanzas ha mantenido conversaciones con la dirigencia del transporte pesado y particularmente con la dirigencia del transporte de pasajeros urbanos, interparroquiales, intracantonales, interprovinciales, a quienes ha dicho que se va a encontrar una mecánica de compensación, que podría ser una medida arancelaria aunque no la detalló.
«Para los consumidores, por ejemplo, de autobuses que utilizan diésel, no suban las tarifas de los pasajeros, ni urbano, ni intercantonal, ni interprovincial, ni interparroquial, nada. Déjenlas congeladas esas tarifas (…). A los transportistas se les va a compensar, a través de otras medidas, por ejemplo, arancelarias», dijo en una entrevista.
El funcionario señaló que no saben exactamente cuál va a ser el impacto, pues están en un proceso de análisis y evaluación.
El transporte pesado y el de pasajeros ya hicieron un análisis preliminar del impacto. Henry Coba, vicepresidente de la Federación Nacional de Transporte Pesado, en las que hay 350 empresas afiliadas más asociaciones, federaciones provinciales, indicó que el mayor rubro en el costo de operación es el combustible.
«A nosotros nos ha subido ya 10 %, el otro mes será otro 5 %, y así. Estamos preocupados porque todos esos valores inciden en los costos finales de la cadena logística. A alguien habrá que trasladarle o ver qué opción van a tomar las bases…», indicó horas antes de una reunión con funcionarios del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
Estimó que si antes gastaban $ 100 en combustible diésel, hoy son $ 115.
Para el transporte de pasajeros ya habría mayor gasto. José Santamaría, presidente de la Cámara del Transporte del Distrito Metropolitano de Quito, que agrupa a 2.700 transportistas de las modalidades urbano, intercantonal, combinado y rural, cada mes por el aumento de «estos centavos» les representa $ 60 adicionales por unidad.
Santamaría plantea que no se suba el precio del combustible o que si se libera, se mantenga en $ 1,037. «Hoy sí nos sentimos afectados con estos incrementos mensualmente», dijo Santamaría.
El precio de ese combustible para septiembre es de $ 1,13. En agosto fue de $ 1,088. En julio, $ 1,039.
Agregó que hay 45 ítems que se toman en cuenta para fijar una tarifa. El de gran incidencia es la mano de obra. Otros son el combustible, neumáticos, mantenimiento. También gastos administrativos, de operaciones, para sistemas tecnológicos, la inversión, tasa de retorno, amortización.
Coba señaló que recibieron una compensación del Gobierno en la importación de llantas, pero -agregó- que solo benefició al 20 % o 30 % del transporte pesado que estuvo laborando por la pandemia del coronavirus.
Nota Original: El Universo – LINK