En la votación de la Cámara Baja, 317 diputados votaron a favor y 199 en contra, mientras que 51 se abstuvieron, y se dio así el visto bueno a que la llamada Ley de protección de la nación continúe su trámite parlamentario, que ahora la llevará al Senado en primera lectura.
La revisión de la Constitución ha causado serias grietas en el seno del gubernamental Partido Socialista (PS), pero también en las del mayor partido de la oposición, Los Republicanos (LR), muchos de cuyos diputados se oponen a estas medidas.
Los votos a favor superaron ligeramente las tres quintas partes que le serán necesarios para que el proyecto de ley pueda ser aprobado de forma definitiva por el Parlamento reunido en sesión bicameral en Versalles (algo que en Francia se conoce como Congreso) tras haber pasado por la Asamblea Nacional y el Senado.
La pieza legislativa se compone de dos puntos: el primero se añade al artículo 36 de la Carta Magna para introducir en ella las condiciones en que podrá decretarse el estado de emergencia en Francia, actualmente en vigor y en proceso de ser prorrogado tres meses.
El segundo epígrafe, el más polémico, enmienda un párrafo del artículo 34 de la Constitución para determinar que «la ley fija las reglas (…) sobre las condiciones bajo las cuales una persona podrá ser despojada de la nacionalidad francesa cuando sea condenada por un delito que constituya un ataque grave contra la vida de la nación».
Esta enmienda abre la puerta a que se pueda despojar a un ciudadano francés de su nacionalidad por crímenes vinculados con el terrorismo.
En una primera reacción, el primer ministro francés, Manuel Valls, que ha defendido vehementemente la reforma, aseguró estar «satisfecho» por el voto, y se mostró convencido de que obtendrá las tres quintas partes del apoyo del Parlamento para su aprobación final.
Las enmiendas constitucionales fueron ya adelantadas por el presidente, François Hollande, en su discurso ante el Congreso, reunido en Versalles el pasado 16 de noviembre, tres días después de los atentados yihadistas que causaron 130 muertes en París y Saint Denis.