Los federales se ocuparán no solo de la seguridad del pontífice, sino también de la de los visitantes que acudan a los diferentes actos, para que tengan un viaje «seguro, orientado y auxiliado», afirmó en rueda de prensa el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo.
Entre los días 12 y 17 de febrero y en coordinación con el Estado Mayor, que lidera la seguridad de la agenda papal, instalarán 42 puestos de seguridad y orientación en las rutas por las que llegarán los ciudadanos a la Ciudad de México y los estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua.
Además, el operativo contempla más de 1.000 vehículos y 13 aeronaves, «dispuestas para el auxilio de los ciudadanos».
De acuerdo con Galindo, este despliegue, que se complementa con 2.000 elementos de la división de Gendarmería, «no deja descubiertas las otras tareas de la Policía Federal en el país», y no supondrá un «gasto especial», ya que la partida destinada a la seguridad del evento ya está contemplada en el presupuesto ordinario.
El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Humberto Roque Villanueva, recordó que la gira del papa es pastoral, pero que tiene «un factor de carácter oficial», por ser Francisco el jefe de Estado del Vaticano.
Por ello, Villanueva no considera que vaya a haber ningún conflicto entre los actos de Jorge Mario Bergoglio y el carácter laico del Estado, donde están permitidos los «actos de culto públicos» en exteriores, recordó.
También afirmó que el papa no se pronunciará en sus discursos sobre casos «particulares», sino que hablará sobre los problemas del país de forma «general», lo cual causa una «gran expectativa».
«Esa expectativa es una característica de salud» y las palabras del pontífice serán «bien recibidas y correctamente interpretadas» por el Gobierno, aseguró el subsecretario.
Los lugares en los que se ubicarán los puestos de seguridad serán publicados en las redes sociales de la Policía Federal, para que los ciudadanos puedan consultarlas y planificar sus trayectos, avanzó Galindo.