Un grupo de investigadores de Canadá, Estados Unidos, China e India analizaron las estimaciones de los niveles de contaminación del aire en China e India y calcularon su impacto en la salud con motivo de la asamblea anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) celebrada esta semana en Washington.
En China, donde mueren cada año por contaminación 1,6 millones de personas, la combustión de carbón es la mayor responsable de la mala calidad del aire.
Qiao Ma, investigadora de la Universidad Tsinghua de Pekín, descubrió que solo la contaminación derivada del carbón provocó unas 366.000 muertes en China en 2013.
La contaminación del aire causará, según sus estimaciones, entre 990.000 y 1,3 millones de muertes prematuras en 2030, a no ser que el país aplique políticas más ambiciosas que las actuales en restricción de la combustión del carbón y de las emisiones a la atmósfera.
«Nuestro estudio subraya la necesidad urgente de estrategias más agresivas para reducir las emisiones derivadas del carbón y de otros sectores», explicó la investigadora.
En India, donde la contaminación del aire mató a 1,4 millones de personas en 2013, uno de los mayores contaminantes es la quema de madera y estiércol para la cocina y como fuente de calor.
Así, millones de familias pobres en India se encuentran expuestas de manera regular a altos niveles de contaminación en sus propias casas.
«India necesita abordar tanto la combustión de carbón industrial, como las quemas para la agricultura y las fuentes de contaminación de los propios hogares», señaló Chandra Venkataraman, profesora de Ingeniería Química en el Instituto Indio de Tecnología de Bombay.
Este estudio es una extensión del «Global Burden of Disease», una colaboración internacional que evalúa sistemáticamente la salud y sus factores de riesgo, entre ellos la contaminación, de 188 países entre 1990 y 2013.
Aunque la contaminación del aire ha decrecido en la mayoría de los países con altos ingresos en los últimos 20 años, los niveles globales siguen altos por los datos del sudeste asiático y China.
Más del 85 por ciento de la población mundial vive en zonas donde se excede el límite de 25 microgramos por metro cúbico establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).