El atentado se registró la madrugada de este miércoles 24 de agosto de 2022. El propietario del taller explicó que sigue un juicio por usura a un prestamista, lo que podría justificar el ataque.
El hombre escuchó ruidos en el taller cerca de las 00:30 cuando vio las llamas y le abrió el portón a dos perros que cuidaban el lugar, que resultaron ilesos. Luego identificó tres tacos de dinamita sin explotar, a las afueras del local, en el interior de un saco de yute. Las pérdidas por el incendio superan los USD 20 000, en vehículos afectados.
Detonación controlada de dinamita
Los equipos antiexplosivos de la Policía Nacional detonaron de forma controlada los explosivos. “Es un tipo de dinamita encartuchada en emulsión, que se utiliza en voladuras de canteras”, informó Danny Cóndor, oficial de la Unidad Antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR).
Cada taco de dinamita tiene un rango de afectación letal de ocho a 10 metros a la redonda. “La hipótesis es que utilizaron bombas molotov en este incendio y posterior a ello arrojan la carga explosiva con la intención de que pueda activarse y detonar con las llamas”, agregó Cóndor.
Las constantes detonaciones en la ciudad están vinculadas a casos de ‘vacunas’ extorsivas, pero también al cobro de deudas, cuando no se trata de actos terroristas como el del Cristo del Consuelo.
El pasado lunes 22 de agosto, se registró una explosión a las afueras de una tienda en el Bloque 10 de Bastión Popular, al noroeste de la ciudad, frente a un jardín de infantes. En este caso también se indaga una medida de amedrentamiento por el cobro de una deuda.
Además, una falsa alarma de bomba provocó pánico la tarde de este martes 23 en los alrededores de la unidad educativa Joaquín Gallegos Lara, ubicada en la calle Chambers, entre la 48 y 49, también en el Suburbio, al suroeste del Puerto Principal. La Policía evacuó también por precaución un plantel aledaño.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK