Esta semana ocurrió un nuevo cambio, que para muchos tomó por sorpresa. El multimillonario Elon Musk reemplazó el característico pájaro azul de Twitter por una X. La decisión, sin duda, causó un gran revuelo en el mundo digital, pues el logotipo de la red social permanecía en el imaginario colectivo desde 2006, cuando Twitter fue fundada.
Ahora, su sitio web presenta una letra X blanca sobre el fondo negro, pero, a manera general, las funciones básicas de Twitter continúan con normalidad y lo único que parece haber cambiado es el logo y el nombre de la red, que se ahora se llama X.
No obstante, algunos expertos, e incluso el propio Musk, adelantaron que el giro de la marca apunta al plan de crear un nuevo ecosistema ‘todo en uno’ dentro de X y, al mismo tiempo, dejar atrás el nombre de una compañía que ha estado al borde de la bancarrota, según ha asegurado repetidamente el excéntrico magnate.
Se pudo conocer también que la empresa trabajará en nuevas funciones de audio, video, mensajería, pagos y banca, según el memorando al que tuvo acceso la agencia Reuters.
Otro cambio será que ahora los tuits se llamarán x’s (‘exes’), pero más allá de ello no habría nuevas modificaciones que afecten a los usuarios.
Todo esto se dio en un ambiente donde la red social ha enfrentado despidos masivos, disputas sobre millones de dólares supuestamente adeudados en indemnizaciones, grandes pérdidas de ingresos tras la salida de anunciantes, límites en el número de tuits que se pueden ver diariamente y, sobre todo, caídas del servicio.
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