“No se trata de algo particular con Ecuador. En todo el mundo lo hacemos. Una de las responsabilidades primordiales del Departamento de Estado es compartir información y dar consejo a los ciudadanos en el exterior sobre sus viajes. Estados Unidos no considera a Ecuador un país violento”, indicó el funcionario estadounidense.
Weinshenker recordó que el año anterior llegaron 250.000 turistas desde Estados Unidos hasta nuestro país. Además, hay una gran cantidad de jubilados que se radicaron en Ecuador, sobre todo por los bajos precios de las viviendas, de la salud y la seguridad en las ciudades.
Volvió a insistir que el comunicado emitido por la Embajada no es una advertencia, sino que se trata de que los ciudadanos estadounidenses tomen precauciones.