La fiscal argentina que dirigía la investigación por la muerte de su colega Alberto Nisman reveló que fue desplazada de las pesquisas cuando indagaba en una cadena de llamadas entre espías, informaron hoy medios locales.

Viviana Fein, quien estuvo a cargo de la investigación por la muerte de Nisman hasta diciembre pasado, se defendió de las acusaciones por la falta de avances en la causa, tras la extensa declaración del exdirector de operaciones de los Servicios de Inteligencia argentinos Antonio «Jaime» Stiuso.

Tras el testimonio de Stiuso, Fein fue denunciada por la propia jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, quien además se declaró incompetente para seguir adelante con el caso y lo pasó a la Justicia federal.

Stiuso, que colaboraba con Nisman en la investigación del atentado terrorista contra la mutualista judía AMIA perpetrado en 1994, ya había declarado como testigo ante Fein el año pasado.

Sin embargo, según la nueva declaración del exespía, la fiscal supuestamente omitió consignar todos los datos y versiones que Stiuso habría aportado cuando se presentó como testigo por primera vez.

En diálogo con la prensa argentina, Fein negó que Stiuso haya sugerido el año pasado que la muerte de Nisman fuera un asesinato y que eso se haya omitido en el acta de su declaración.

«Lo que no está en el acta es porque no lo dijo. Como a todos los testigos se le leyó en voz alta su declaración y se le dio para leer. Luego la firmó», dijo Fein, quien nunca se decantó por la hipótesis de homicidio ni por la de suicidio.

«De haber advertido una omisión se hubiera manifestado. Y si hubiera hablado de homicidio, yo hubiera preguntado qué pruebas tiene», agregó la fiscal.

Fein también reveló que le «sacaron el expediente justo cuando investigaba a fuerzas de inteligencia» de Argentina y seguía la pista de llamadas de espías realizadas durante la mañana del día en el que fue hallado muerto Nisman, el 18 de enero de 2015.

El fiscal tenía a su cargo la importante causa del atentado contra la AMIA, el peor en la historia del país suramericano, y había denunciado apenas cuatro días antes de morir a la expresidenta argentina Cristina Fernández por supuesto encubrimiento de los iraníes señalados como los responsables del ataque, una acusación desestimada por la Justicia meses después.

Las llamadas que investigaba Fein comenzaban la mañana del 18 de enero pasado, con una comunicación entre el propio Stiuso y el exdirector de Análisis de los servicios secretos, Alberto Mazzino.

Según publican hoy los diarios argentinos, luego seguían varias llamadas entre otro exjefe de inteligencia, Fernando Pocino, y el extitular del Ejército argentino, César Milani.

También hubo comunicaciones con el exnúmero dos de los servicios de inteligencia Juan Martín Mena y con el fiscal argentino Carlos Stornelli.

«No eran llamadas de un domingo cualquiera. El entrecruzamiento era llamativo, preocupante y sugestivo. La frecuencia no era habitual», consideró Fein.

«Cualquiera con un poco de sentido común podría pensar que estas personas estaban esperando algún resultado», agregó.

La fiscal no pudo seguir indagando, pues en diciembre pasado la jueza Palmaghini asumió el control de la investigación.

Casi un año y dos meses después de hallarse el cuerpo sin vida de Nisman, la causa ha tenido pocos avances, mientras sigue a la espera de que finalmente se confirme si debe pasar a estar en manos de un magistrado del fuero judicial.