La propuesta del Consejo de Administración Legislativa de declarar al dólar, mediante una enmienda constitucional, como la moneda oficial del país llega en un panorama de ofertas de campaña, consideró el abogado constitucionalista, José Chalco. Consideró que, la postura del CAL ocurre luego de dos años de un dictamen de la Corte Constitucional y se retoma con un propósito netamente electoral, dejando de lado la “seriedad institucional” de blindar la dolarización.
Precisó que, más allá de pronunciamientos de la Asamblea Nacional, la dolarización requiere de cuidados y blindajes que tengan vigencia en el tiempo. Esto, con la finalidad de fortalecer la institucionalidad de las entidades encargadas de la gestión financiera y evitar que las reservas internacionales y el Banco Central sean usados como “caja chica”.
“La dolarización es una de las medidas más populares e importantes del país, pero no lo es por un color o una bandera, sino porque ha permitido la estabilidad de las familias ecuatorianas y del país frente a sus vecinos”, manifestó.
Un criterio similar sostuvo el analista económico, Mauricio Pozo, quien señaló que la dolarización se sustenta en políticas públicas sólidas, finanzas públicas sanas y la continuidad de un programa económico. Sin embargo, estas deben mantener un eje fundamental: no “meter la mano” en reservas internacionales y el Banco Central del Ecuador (BCE).
Explicó que el BCE juega el rol de un “tercero confiable”, que es el encargado de proveer la información macroeconómica al Gobierno de turno, el cual es el destinado de tomar las decisiones. Señaló que, eliminar a la entidad o designar dicha competencia a otra institución, significaría una falta de objetividad en cuanto a las cifras ofrecidas.
“Utilizar los fondos creyendo que el Banco Central es un banco público, no solo es un desconocimiento técnico, sino que atenta contra la propia dolarización (…) en el momento en que esos recursos no permitan atender relaciones internacionales y convenios, se acabó el sistema”, dijo.
No existe una “salida ordenada” de la dolarización
Para Mauricio Pozo, cualquier gobierno que busque un esquema paralelo a la dolarización, se topará con una serie de problemas. Señaló que, si la ciudadanía percibe la intención férrea de cambiar de moneda, esto ocasionaría un barrido en el sistema financiero que generaría una “crisis bancaria peor que la del año 99”.
“No existe salida ordenada del sistema de la dolarización (…) no le puede quitar a la gente lo que quiere, a menos que el propio sistema nos expulse”, dijo.
Explicó que, este último caso ocurriría cuando el Gobierno no gestione de manera adecuada las finanzas públicas. En este caso, existen tres formas de ejercer un manejo macroeconómico. El primero sería cubrir los gastos a través del aumento de impuestos que “ahogaría” al sector privado. El segundo, sería reducir el gasto que, a su vez, pasaría factura al Estado. Y la tercera vía, sería aumentar la deuda que expone que dólares salgan del país para el pago de rubros pendientes con el exterior.
Pozo cuestionó también al expresidente Rafael Correa por sus declaraciones de inconformidad con el dólar, al ser, según dijo, una moneda difícil de sostener.
“Antes de que el expresidente Correa se siente en Carondelet, ya estaba en contra de la dolarización. Estuvo diez años allí y no pudo con ella, entre otras razones, porque sabía que el dólar era más popular que él”, enfatizó.
Por ello, precisó que una eventual postura de abandonar la dolarización sería parte de un discurso político, más que real y técnico.
De acuerdo con José Chalco, el debate en torno a la dolarización debería centrarse en el fortalecimiento de la institucionalidad del país para defender el sistema de moneda de cualquier interés electoral. Cuestionó que, la Revolución Ciudadana la cual en su momento se mostró contraria a la implementación del dólar, tenga ahora una posición de defensa de este mecanismo.
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