«Los combatientes estaban entrenando allí para un ataque a gran escala. Sabemos que iban a partir del campo y suponían una amenaza inminente para las fuerzas estadounidenses» y de la Unión Africana, dijo el portavoz del departamento de Defensa de Estados Unidos, capitán Jeff Davis.
«La evaluación inicial es que más de 150 combatientes terroristas fueron eliminados», agregó. Davis dijo que el ataque se realizó el sábado (hora de EEUU) en un campo situado a unos 195 km al norte de Mogadiscio.
Los rebeldes shebab, adscriptos a la red Al Qaida, multiplicaron sus ataques de gran envergadura en Somalia desde el comienzo del año.
«Su eliminación reducirá la capacidad de los shebab de lograr sus objetivos en Somalia, tales como reclutar nuevos miembros, establecer nuevas bases y programar ataques contra fuerzas estadounidenses y la Amison (Misión de la Unión Africana en Somalia)», estimó el portavoz del Pentágono.
El campo de entrenamiento era vigilado desde hacía cierto tiempo. «Teníamos la sensación de que el momento de la fase operativa estaba llegando», señaló Davis.
Tras haber sido desalojados de Mogadiscio en agosto de 2011, los shebab sufrieron varios reveses. Perdieron la mayoría de sus bastiones, a pesar de que conservaron el control de vastas zonas rurales. La capital Mogasdiscio parecía recuperar cierta calma.
Pero varios expertos sostienen que los rebeldes aumentaron su capacidad de resistencia y adaptación, aprovechando la apatía de la Amison y la fragilidad del gobierno central somalí.
En enero atacaron un campo del contingente keniano de la Amison en El Adde, en el sur de Somalía. Reivindicaron la muerte de 100 soldados kenianos.