El deceso del legendario ex futbolista ecuatoriano, quien siendo el primer jugador tricolor en México se convirtió en una de las principales figuras en el balompié azteca, se produjo a consecuencia de un infarto, de acuerdo con lo divulgado por la prensa del país norteamericano.
La embajada ecuatoriana, encabezada por Leonardo Arízaga, junto a la Asociación de Ecuatorianos Residentes en México, organizaron un homenaje, al que asistieron familiares, amigos y admiradores del recordado futbolista.
En la ceremonia, que tuvo lugar en la sede de la embajada nacional y que fue realizada por el padre Sergio Gutiérrez, conocido también como Fray Tormenta, se recordó “su legado y sus éxitos deportivos”, señaló la misión diplomática ecuatoriana en un comunicado.
En su intervención, Arízaga recordó que Estupiñán siempre tuvo al Ecuador en su corazón al tiempo que destacó que fue un persona muy querida por la comunidad ecuatoriana y mexicana. Evidencia de ello fueron los numerosos mensajes que se hicieron públicos luego del sensible fallecimiento del jugador ecuatoriano.
“A lo largo de sus 40 años de vida en México, Ítalo Estupiñán hizo muchos amigos, dejó huella no sólo como jugador, entrenador y visor sino también por su gran calidad humana. Siempre estuvo cerca de la comunidad ecuatoriana. Vamos a recordar a Ítalo con mucho cariño y con mucha consideración”, comentó el jefe de la misión diplomática.
Asimismo añadió que “sus hijos que hoy nos acompañan (Ítalo, Kevin y Karla) junto a toda su familia deben estar muy orgullosos de su vida y legado. Me da mucho gusto constatar con la presencia de todos ustedes que Ítalo trascendió como deportista y como persona”.
El primer futbolista tricolor que jugó en México murió la noche del martes 1 de marzo en Toluca, donde fijó su residencia tras una fructífera carrera en el balompié del país norteamericano, en el que alcanzó los títulos de las temporadas 1974-1975 con Toluca y en 1982-1983 con el Puebla.