El Gobierno de Panamá lamenta que se le identifique con el escándalo provocado por la publicación de millones de documentos que revelan la existencia de miles de cuentas opacas pertenecientes a personas de todo el mundo, gestionadas por el despacho panameño Mossack Fonseca.
«Preferiría llamar The Mossack-Fonseca papers», a la revelación periodística, conocida como los Papeles de Panamá, afirmó hoy la embajadora del país centroamericano en Madrid, María Mercedes de la Guardia de Corró.
«Estos no son los Papeles de Panamá. Estos son los papeles de un actor en una industria global, muchos de cuyos usuarios son personas decentes que buscan discreción, no opacidad», dijo la diplomática.
Ese bufete, fundado en Panamá, tiene oficinas en 42 países y sociedades inscritas en veinte jurisdicciones a nivel mundial, recordó De la Guardia, quien dijo: » en primera instancia, es acerca de la clientela de un despacho; en segunda, acerca del uso que dicha clientela pudo haber dado a las sociedades inscritas a través de este».
La diplomática panameña lamentó que su país «se ha llevado la peor parte» en cuestión de imagen, pese a que solo el 20 por ciento de las más de 200.000 sociedades investigadas fueron inscritas en Panamá.
Si se analiza positivamente, según la embajadora, este «escándalo» contribuirá a que todas las medidas tomadas por Panamá para mejorar la transparencia de los sectores de servicios, «se implementen con mayor velocidad y ahínco».
La embajadora recordó que su Gobierno «cooperará vigorosamente con cualquier solicitud o asistencia que sea necesaria en caso de que se desarrolle algún proceso judicial», en relación con las personas incluidas en los citados «papeles».