«Nuestro movimiento es imparable, los trabajadores nos hemos reunido para exigir cambios y, por primera vez, estamos ganando», declaró Adrianna Álvarez, de la campaña «Fight for $15», en un acto realizado frente a un restaurante de McDonalds del centro de Chicago.
Según los organizadores, más de 60.000 personas participaron en las protestas convocadas en más de 300 ciudades del país con la consigna de mejores salarios y el derecho de sindicalización.
El reclamo de los manifestantes es que muchas personas que trabajan 40 horas semanales no pueden sobrevivir con su salario y deben recurrir a la ayuda federal por medio de las «estampillas» de comida.
También hubo protestas similares fuera de Estados Unidos, y unas 70 personas se congregaron frente a un McDonalds de París, que se sumaron a otros manifestaciones en ciudades de Argentina, Brasil, Reino Unido y Finlandia.
En Nueva York, la concentración comenzó temprano en la mañana en Times Square, donde en 2012 se inició la campaña «Fight for $15» y donde la semana pasada se acordó una subida del salario mínimo a 15 dólares en 2018.
Los activistas marcharon con pancartas donde se leía «En huelga contra los salarios de pobreza de McDonalds», una corporación que, según afirman, es el segundo empleador en el mundo y líder un sector de la economía que emplea a casi 64 millones de personas, sin beneficios y con salarios insuficientes.
«Los ‘empleos McJobs’ nos cuestan a todos», dijo a Efe en Chicago el activista Deivid Rojas, quien destacó que las protestas de hoy atrajeron a empleados de sectores considerados sumergidos en materia salarial, desde niñeras a cuidadores de hogares de ancianos, empleados de comercio, porteros de edificios y guardias de aeropuertos.
Los cuidadores de 19 hogares de ancianos de Florida abandonaron sus tareas en Miami y otras ciudades para reclamar mejores salarios y beneficios, en lo que habría sido la mayor huelga en ese sector en más de una década, según los organizadores.
Según Rojas, «McDonalds es nuestro blanco, porque creemos que podría cambiar su modelo de negocios y usar su masivo poder económico y liderar un cambio en la vida de las familias trabajadoras de todo el mundo, en lugar de arrastrarlas al vacío», expresó.
En California, donde el gobernador, Jerry Brown, promulgó la semana pasada una ley que aumentará el salario de manera escalonada, para llegar a 15 dólares en 2022, también hubo manifestaciones de apoyo a los reclamos del resto del país.
En San Francisco, la sede del banco Wells Fargo fue rodeada por personas que reclamaban «es tiempo de un salario decente».
El salario mínimo federal es de 7,25 dólares por hora, aunque en muchos estados y ciudades esta cifra es más elevada.
Lisa McComb, vocera de McDonalds, informó en un comunicado de que la corporación aumentó el salario mínimo por encima del mínimo que imponen los estados, y paga un promedio de 10 dólares por hora a nivel nacional en los restaurantes que son de su propiedad.