El fiscal general de Ecuador, Galo Chiriboga, informó hoy de que ante la emergencia por el terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter registrado este sábado en el norte del país, se ha dispuesto el procedimiento de entrega de cadáveres a familiares que los reconozcan y tras registro policial.

«La disposición es: en caso que un familiar reconozca algún cadáver y haya un policía que haga el registro, que se entregue el cuerpo», escribió Chiriboga en su cuenta de Twitter.

Detalló que el policía deberá tomar nombres completos y número de documento de identidad de quien retira el cuerpo, el parentesco y nombre del fallecido.

«Si existe información extra como vestimenta, tatuajes, lunares, etc., se dejará constancia y se entregará el cadáver», agregó al apuntar que, ante la emergencia, fiscales, médicos legistas y asistentes de cinco provincias se encuentran ya en Perdenales, una de las zonas más castigadas por el terremoto.

Hasta allá se ha desplazado personal de las fiscalías de Azuay, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Pichincha.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó hoy de que ascendió a 233 la cifra de fallecidos por el terremoto.

«Cifra oficial de fallecidos sube a 233. Barrio Tarqui de Manta muy afectado. Pedernales destruido», escribió en su cuenta de Twitter el gobernante, que está de regreso desde Europa tras participar en un foro para conmemorar la publicación de la encíclica del papa Juan Pablo II «Centesimus Annus».

El terremoto se produjo a las 18.58 hora local del sábado (23.58 GMT), entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas, que también ha sentido el impacto de las réplicas.

Tras el desastre, el Gobierno ecuatoriano declaró el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el territorio nacional.