En un artículo fechado en La Habana y titulado «Doctor Uribe, conversemos», el jefe guerrillero afirma que desde que comenzó la negociación, las FARC han «examinado temas de gran interés con prestantes personalidades nacionales y extranjeras».
Añade que, a partir de esas conversaciones tienen claro «que la pasión y la polarización son malas consejeras, que nadie es dueño de la verdad absoluta, que la paz es una construcción colectiva».
Por esa razón invita a «deponer prevenciones» a todos aquellos «que por diversas razones se sienten dejados a un lado por los diálogos de La Habana, a usted mismo, doctor Uribe».
«Lo queremos a usted sentado a la Mesa de la Reconstrucción y Reconciliación Nacional. No a la mesa del capricho personal o las exigencias carentes de generosidad», afirma «Timochenko».
Por eso le proponen hablar de paz en La Habana, o en el lugar de Colombia que prefiera, «contando desde luego con las garantías de seguridad suficientes para nuestro traslado y estadía en suelo patrio».
El jefe de las FARC agrega que durante la Presidencia de Uribe (2002-2010) el Estado no pudo vencer militarmente a las FARC y por eso «emerge entonces la opción de la paz, que no es otra cosa que la derrota de la injusticia, la desigualdad y la violencia política».
Uribe, senador del partido Centro Democrático y cabeza la oposición al presidente Juan Manuel Santos, planteó el pasado lunes una «resistencia civil» a los acuerdos de paz que esperan firmar el Gobierno y las FARC porque que considera hacen demasiadas concesiones a esa guerrilla y permiten la impunidad para los crímenes que han cometido.
«Discutamos sobre su llamamiento a la resistencia nacional contra la paz, producido sin haber escuchado a quienes tanto combatió por tierra, mar y aire sin vencerlos», agrega el jefe guerrillero.
Para concluir, «Timochenko» propone «un acuerdo político para reordenar entre todos la nación colombiana» en el que, asegura, «nadie quedaría por fuera».
«Queremos que usted sea partícipe de él, doctor Uribe, conversemos. Fue usted un formidable adversario que nunca nos dio cuartel (…) Venga esa mano, le extendemos la nuestra con un ramo de olivo. La paz sí que merece dejar atrás orgullos. Resuélvase», afirma el líder de las FARC.