La comparación de una fotografía actual del equipo del alcalde de Quito, Mauricio Rodas, con una del inicio de su gestión mostraría diversos cambios. En 2 años de gestión, cumplidos ayer, al menos 15 funcionarios de alto rango han dejado el gabinete capitalino.

Ello equivale a una renuncia presentada y aceptada cada mes y medio, aproximadamente. El primero en dejar su cargo fue el mexicano Luis Beltrán, director de medios públicos, quien renunció en junio de 2014. Beltrán fue acusado de censura tras eliminar la transmisión del programa El Poder de la Palabra, producido por el portal Ecuadorinmediato.com, de las emisoras de la Municipalidad.

En tanto que la última en desertar del equipo, la semana pasada, fue Guadalupe León, quien dejó la titularidad de la Secretaría Metropolitana de Educación, según se informó en esa dependencia. La salida de Beltrán estableció una tendencia en el área de comunicación, que ha sido una de las que mayor inestabilidad ha mostrado en la administración de Rodas.

Empezando porque el nombramiento de secretario metropolitano de ese sector fue uno de las que más demoró. La designación recayó en Gandhi Espinosa, funcionario de la consultora Informe Confidencial, que apoyó al actual burgomaestre capitalino durante la campaña electoral. A Espinosa le sucedió alrededor de un año más tarde la periodista Ana Maldonado y a esta, el experiodista de El Comercio Santiago Zeas, quien actuaba hasta entonces como asesor del Alcalde.

Una de las renuncias más polémicas fue la de Mariana Andrade como secretaria metropolitana de Cultura. El paso de la gestora cultural por la dependencia estuvo plagado de problemas. Aquello empezó con la selección de los participantes en el festival Verano de las Artes Quito 2014 (VAQ2014), hasta las disputas en torno a la programación para las fiestas de ese año.

Los cambios en secretarías y direcciones metropolitanas no han sido los únicos. De hecho, muchas quejas ciudadanas se han relacionado con denuncias de inestabilidad en las dministraciones zonales. El caso más crítico es Quitumbe, por donde han pasado 5 administradores entre titulares y encargados. Los capitalinos han atribuido a eso la falta de obras y de concreción de procesos como la regularización de barrios.