«Comparto la preocupación de los atletas, pero la decisión sobre participar o no debe ser individual», afirmó en rueda de prensa la directora general de la OMS, Margaret Chan.
Consultada en reiteradas ocasiones sobre el riesgo que enfrentan los que viajen a Rio, Chan repitió una y otra vez que la única recomendación que la OMS hace es sobre las mujeres embarazadas, y que el resto de personas tienen que evaluar individualmente el riesgo, y tomar una decisión en conciencia.
Respecto a las gestantes, la OMS sugiere evitar viajar no sólo a la ciudad brasileña sino a todos los lugares donde haya transmisión local del virus.
«Y sé que es una decisión difícil porque actualmente hay 59 países en el mundo con transmisión local del virus», explicó.
Al resto de personas, la agencia sanitaria de Naciones Unidas les recomienda que durante su estancia en lugares donde haya transmisión local usen las medidas de protección recomendadas contra la picadura de un mosquito.
Además, específicamente a los hombres se les pide que se abstengan de mantener relaciones sexuales o usen preservativos durante un periodo de hasta seis semanas después de su estancia en un país endémico, con tal de evitar el contagio a sus parejas.
Se ha comprobado que el virus permanece en el semen y que éste es fuente de contagio.
La directora general explicó que están en contacto con las nuevas autoridades sanitarias brasileñas surgidas del gobierno que tomó posesión la semana pasada, con el comité olímpico local y con el Comité Olímpico Internacional (COI) y que todos hacen lo que pueden para poder minimizar el riesgo.
A pesar de lo dicho, Chan asumió «que el mundo no está listo para enfrentarse a una emergencia sanitaria, se llame gripe H1N1, ébola o zika».
Desde que Brasil anunciara el año pasado que había detectado un brote del virus del Zika, casi 60 países han detectado la enfermedad entre su población, que es asintomática en el 85 por ciento de los casos.
No obstante, se ha detectado un incremento exponencial de casos de microcefalia en bebés cuyas madres se habían infectado con el virus y de Síndrome de Guillain-Barré (disfunción neurológica).
La OMS no ha confirmado aún la relación directa aunque asume que hay «consenso científico entre la causa y la consecuencia».
«Cuanto más sabemos del zika más nos preocupamos», dijo Chan, en una frase que repite cada vez que habla públicamente de la epidemia.
Con respecto a Brasil, Chan confirmó que colabora con las autoridades sanitarias en el control del vector (el mosquito Aedes Aegypti), y en el desarrollo de diagnósticos y vacunas.
Asimismo, la directora general indicó que están trabajando con Brasil en el desarrollo de unas directrices para poder hacer un seguimiento en profundidad de los casos de microcefalia en bebés, dado que se están detectando casos de niños con otros defectos como problemas de visión y de oída.
«Hay que hacer un seguimiento a largo plazo y compartir los datos para que todo el mundo sea consciente de las eventuales consecuencias».