El número de refugiados e inmigrantes muertos en el Mediterráneo desde que empezó 2016 ha disminuido un 24 % respecto al mismo periodo del año pasado, tras reforzarse la vigilancia en el norte de África y en las costas de Turquía.

Así lo señaló la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que precisó que los fallecidos entre el 1 de enero y el 21 de mayo pasado fueron 1.370, frente a los 1.792 de las mismas fechas de 2015.

La mortalidad en las travesías del Mediterráneo se ha reducido particularmente en las primeras tres semanas de mayo, con 13 fallecidos, mientras que en mayo de 2015 murieron 95 personas y 330 en el mismo mes de 2014.

«Todavía más importante es el hecho de que ninguna de las muertes registradas en lo que va de este mes en el Mediterráneo ha ocurrido en su zona oriental, entre Turquía y Grecia, donde casi 400 inmigrantes y refugiados se ahogaron en los primeros cuatro meses de este año», dijo a la prensa el portavoz de la OIM, Joel Millman.

Explicó que su organización atribuye esta reducción de víctimas a la marcada caída de las llegadas a Grecia desde Turquía y a las medidas de vigilancia entre Libia y otras partes del norte de África hacia Europa.

«Parece haber más vigilancia en las costas de Libia y sabemos de buques navales libios que devuelven a los inmigrantes, con 850 de ellos que han sido interceptados recientemente», señaló el portavoz.

Asimismo, la organización ha recibido información sobre más de 2.700 náufragos rescatados en las últimas 24 horas, de los que cientos estarían llegando a puertos italianos a lo largo del día.

«Nos sentimos alentados por esta drástica reducción de víctimas», comentó Millman.

El portavoz agregó que si esta tendencia continúa «es posible que tengamos un verano más seguro» en el Mediterráneo, tras el aumento constante que se experimentaba desde 2013 en el número de travesías irregulares y de fallecidos en naufragios.

En lo que va de 2016, la OIM estima que 191.134 personas han entrado por mar a Europa.