La gente viajaba hacinada en una embarcación pesquera de madera que se hundió frente a la costa de Libia por la sobrecarga.

Un barco con cientos de migrantes a bordo se hundió ayer frente a las costas de Libia cuando era socorrido por una nave de la Marina Militar italiana. Aunque unas 500 personas fueron rescatadas con vida, al menos 5 murieron y se desconoce el número de desaparecidos. Ayer por la mañana, “la patrulla Bettica de la Marina, en el marco de su actividad de vigilancia del canal de Sicilia, detectó a lo largo de las costas libias una barca que navegaba de forma inestable con numerosas personas a bordo”. Más tarde, la embarcación volcó a causa del elevado número de personas a bordo y de la inestabilidad.

El buque Bettica se acercó inmediatamente al barco y lanzó botes y chalecos salvavidas a las personas que cayeron al agua, mientras que la fragata Bergamini, igualmente en el lugar, envió su helicóptero y medios navales para socorrerles. 5.600 personas rescatadas Durante las últimas 48 horas fueron rescatadas alrededor de 5.600 personas cerca de Libia, anunciaron ayer los guardacostas italianos.

Antes de las operaciones de esta semana, más de 34.000 personas desembarcaron en las costas italianas tras ser socorridas en el mar frente a las costas libias desde principios de año, según un recuento del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur). Los guardacostas, buques de la operación europea Sophia y de la agencia europea para el control de fronteras Frontex, un barco de la oenegé SOS Méditerranée y dos remolcadores de una plataforma petrolera cercana participaron en estas operaciones de rescate.

Todos los medios posibles de la zona fueron desplegados para rescatar las 23 embarcaciones, según los guardacostas. Un mar tranquilo y un viento suave del sur hace varios días han favorecido estos flujos masivos, que han llegado hasta varios miles de personas en pocos días. Los guardacostas italianos no precisaron la nacionalidad de los migrantes. Desde principios de año, la mayoría de migrantes que llegan a Italia vienen del Oeste de África y del Cuerno de África.

Las autoridades italianas temían que el flujo de migrantes sirios o afganos, bloqueado tras el cierre de la ruta a través de los Balcanes, pasara por la parte central del Mediterráneo, pero hasta ahora no ha sido el caso. “Los arribos en 2016 son casi los mismos que en 2015”, declaró en Twitter Flavio di Giacomo, portavoz en Italia de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), antes del último balance de los guardacostas.

El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, defendió la necesidad de prevenir e intervenir el aumento del flujo migratorio durante una reunión con sus homólogos europeos en Bruselas. También apoyó que la Unión Europea (UE) entrene a guardacostas libios para luchar contra las mafias migratorias. Según datos publicados ayer por la OIM, 1.370 personas perdieron la vida en el Mediterráneo desde inicio de año, y un total de 191.134 llegaron por mar a Grecia, Chipre, España e Italia. Organizaciones humanitarias alertan de que la ruta entre Libia e Italia es ahora la principal vía para las migraciones irregulares hacia Europa, después del acuerdo firmado en marzo entre la UE y Turquía para devolver a este territorio los que llegan a Grecia.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió el martes que si no se avanza en las conversaciones sobre el libre visado, el Parlamento turco no ratificará el acuerdo para la devolución de refugiados desde Grecia a Turquía. Pero tras un encuentro con Erdogan el lunes en Estambul, la canciller alemana, Angela Merkel, dejó claro que la exención de visa para los turcos no se podrá poner en marcha para el 1 de julio. En el centro de todos los problemas se encuentra la negativa de Erdogan de reformar su ley antiterrorista, uno de los requisitos que reclaman desde Bruselas.