El gobernador Francisco Dornelles realizó dicho decreto con la intención de pagar las deudas que tiene su estado.
El estado de Río de Janeiro debe más de 20.000 millones de dólares y, según el gobierno local, carece de recursos para saldar el déficit.
Dornelles además subrayó que esta crisis les impide cumplir con las obligaciones de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que se celebrarán allí.
El decreto tiene como fin abrir las puertas a nuevas fuentes para recaudar dinero, aunque no se ha especificado de dónde vendrá esa plata.