El video difundido en redes sociales muestra a un niño visiblemente asustado acostado en el platón de una camioneta junto con lo que parecen ser rebeldes sirios.
Los rebeldes dicen que el niño era un prisionero de Liwa al-Quds —una milicia que apoya al régimen constituida en su mayoría por palestinos en Siria— y que fue capturado en un campo de refugiados no oficial en Alepo, una ciudad destruida por la guerra.
El video luego muestran a uno de los hombres usando un cuchillo para decapitar al niño. El niño se ve menor, de quizá unos 10 años, aunque CNN no puede verificar su edad ni identidad.
«Errores individuales»
Pero al-Quds negó que el niño tuviera que ver con el grupo, diciendo que no era un prisionero y que vivía con su familia, «una entre muchas familias pobres viviendo en zonas controladas por los terroristas».
En un comunicado publicado en su página en Facebook, el grupo rebelde involucrado, el Movimiento Nour al-Din Zenky, dijo que el asesinato fue un «error individual» y que investigará «los abusos de derechos humanos que fueron compartidos en sitios de redes sociales».
El grupo participa en una guerra sangrienta contra las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad.
El comunicado agrega que esos abusos son «errores individuales que no representan nuestras prácticas ni nuestras políticas generales». Agregó que los hombres involucrados han sido detenidos y entregados a un «comité judicial» designado para liderar la investigación.
«La máquina de asesinatos del régimen»
El grupo, no obstante, denunció a la comunidad internacional por su «silencio sobre los crímenes de guerra perpetrados por el régimen de Asad, a pesar de que esos crímenes han alcanzado el punto máximo de la criminalidad y la brutalidad ante los ojos del mundo».
El grupo agregó que «la máquina de asesinatos del régimen ha cobrado las vidas de miles de civiles y ha impuesto un cerco sofocante en las áreas liberadas de Alepo».
La Coalición Nacional Siria, que representa varios grupos rebeldes alineados contra las fuerzas de Asad, dijo que está «profundamente impactada» por las imágenes. Aunque elogió a Nour al-Din Zenky por condenar el asesinato, la coalición dijo que haría seguimiento a «todas los procedimientos legales que el movimiento prometió tomar para castigar a los perpetradores de este crimen que no debe ser tolerado».
Pero Amnistía Internacional dijo que el asesinato del niño fue apenas la última «señal aberrante de que algunos de esos grupos están ejecutando serios abusos con impunidad».
«Este horrible video que muestra la decapitación de un niño sugiere que algunos miembros de los grupos armados en realidad han agudizado las profundidades de la depravación. Es otro ejemplo grotesco del asesinato sumario de cautivos, lo que equivale aun crimen de guerra», dijo Philip Luther, director del Programa de Oriente Medio y Norte del África de Amnistía Internacional.
La agencia estatal siria SANA acusó a Nour al-Din Zenky de tener el respaldo de Turquía, vinculándolo al «régimen de Erdogan», diciendo que eso «facilita la entrada de mercenarios terroristas a Siria a través de la frontera turca para llevar a cabo esos crímenes».
Ankara ha sido uno de los más férreos críticos del régimen de Asad, mientras miles de refugiados sirios huyen a lo largo de sus fronteras desde que el conflicto empezó hace cinco años.
La creciente difícil situación en Alepo —en donde decenas de miles de civiles están atrapados dentro de una ciudad golpeada por la guerra en medio de fuertes combates— también amenaza con golpear a Turquía. En días recientes, las fuerzas del régimen han recapturado partes de la ciudad, amenazando con aislar a Turquía de las fuerzas de oposición a las que respalda.
Soportando con la carga de más de dos millones de refugiados, Turquía tema que la caída de Alepo hará que más gente huya hacia la frontera.