Montesuma, quien ya ha tenido la oportunidad de seguir el proyecto de la solución vial Guayasamin, indicó que los diálogos con la administración de ha dado resultados y mejoras en cuanto a la contraposición por construir un paso elevado. “Para mí este tipo de polémicas son muy buenas, son muy interesantes que se estén dando en las ciudades de Latinoamérica. Y son muy coyunturales puesto que se plantean dos tipos de formas de hacer la infraestructura”, señaló el experto.
Entre los tipos de construcciones Montesuma explicó que existe- por una parte- la manera tradicional o “invasiva” de edificación. “Unos pasos elevados que destruyeron lo que era en algún momento la plazoleta del Labrador por ejemplo”. Y por el otro lado, explicó que existe una manera más amigable y de moda que va de la mano con la sostenibilidad. “Con el deseo de estos grupos de ciudadanos que son más activos que están más presentes que están en las redes sociales exigiendo proyectos más amables”, es decir, según Montesuma, el proyecto de pasos elevados termina siendo un espacio que da prioridad al ciudadano y al transporte público.
Montesuma resaltó el liderazgo del Colegio de Arquitectos y de los ciudadanos que fomentan la seguridad vial en el diálogo con el Municipio. “Ese ejercicio ha generado un consenso en algunos aspectos alrededor de elementos fundamentales. El más importante no construir un paso elevado”. Montesuma defendió esta propuesta indicando que varias ciudades del mundo deciden demoler estos pasos elevados. “Acá han hecho lo mismo al demolerlo simbólicamente y no construirlo. Eso me parece muy inteligente muy responsable”, dijo el experto.
Montesuma indicó que vale la pena escuchar a la ciudadanía para no volver a cometer errores del pasado. “Si se hubiese pensado con mayor precisión y exigencia de la comunidad lo que era el Labrador en su momento, hoy tendríamos algo muy distinto”.
