A la madrugada de este jueves, varios uniformados ingresaron por emergencia hasta el Hospital del Río, quienes fueron brutalmente agredidos con armas de fuego por parte de nativos, en el campamento Esperanza, sector de Panantza del cantón San Juan Bosco, donde lamentablemente un uniformado perdió la vida, y otro se aferra a ella.

Ministerio del Interior

En el área de hospitalización de esta casa de salud, en la habitación 230 se encuentran internados los uniformados Hugo P. en el grado de policía y el cabo primero Luis Alberto G, ambos pertenecientes al Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional. Prestan sus servicios actualmente en la provincia del Guayas, Zona 8.

Los comandos narraron los minutos de desesperación que vivieron cuando se prestaban a ayudar a sus compañeros en medio de la maleza y terrenos agrestes. “Fuimos un equipo de apoyo que ingresó al lugar a brindar ayuda al camión de los militares que estaba bajo fuego real. Nos reportaron que dos uniformados se encontraban gravemente heridos”, señaló el policía Hugo P.
Los servidores comunicaron que ingresaron al sitio dentro de dos vehículos tácticos, como equipo de reacción conjuntamente con comandos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), para hacer frente a la violencia reportada por parte de varios comuneros.

Se indicó que estratégicamente los agresores se ubicaron en varios sitios para agredir a los vehículos y personal tanto de la Policía como de Fuerzas Armadas (FF.AA) que ingresan a brindar seguridad.

“Pudimos apreciar que varios uniformados buscaban dónde refugiarse”. Consideró que sus derechos y los de sus compañeros fueron violentados por parte de este grupo de personas que actuaron de forma agresiva. Agregó que también fueron atacados guardias de seguridad y personal civil que labora es este campamento.

Detallaron que cuando salieron del vehículo con las medidas de seguridad y el equipo adecuado para apoyar a los uniformados, pudieron observar que un grupo de ciudadanos escondidos entre la vegetación recargaban sus cartucheras para nuevamente disparar a quemarropa. En ese instante recibieron disparos de perdigón.

Pudieron llegar nuevamente a los vehículos de apoyo, para posterior salir conjuntamente con dos los uniformados que se encontraban gravemente heridos. Se indicó que un policía falleció en el sitio. Agradecen el entrenamiento policial que los ayudó a salir con vida de este enfrentamiento.

Informe médico

El doctor Carlos Arias, neurocirujano, durante las declaraciones que dio a varios medios de comunicación, informó que el estado de salud del subteniente Fernando V. es grave, con pronóstico reservado. Indicó que el paciente llegó con una herida de proyectil con salida y dañó la parte derecha del cerebro. Agregó que por los daños que causó el disparo se presume que si logra vivir el uniformado tendrá secuelas de consideración.

Remarcó que presentaba inflamación a causa de la onda expansiva del proyectil, por lo que se retiró parte del hueso craneal para que el cerebro pueda expandirse, procedimiento que lo realizó para precautelar la vida del agente.

El servidor policial se encuentra en la sala de cuidados intensivos luego de la cirugía practicada, en estado de coma inducido, para permitir que el cerebro descanse y logre recuperarse. El especialista indicó que lo mantendrán así durante varias horas en espera de que evolucione favorablemente.

Por otro lado se indicó que los dos uniformados que se encuentran en recuperación muestran ingreso de perdigones de arma de fuego sin salida en varias partes de su cuerpo. Hicieron hincapié en que no serán extraídas las esquirlas debido a que no afectan órganos vitales y al momento se encuentran estables. Informaron que en horas de la mañana fue dado de alta otro uniformado más que mostraba contracciones musculares.