Entre los talleres y locales de años viejos, las autoridades encontraron una saca y media de camaretas que fueron confiscadas y trasladadas por agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) hasta sus bodegas, donde son guardadas bajo estrictas normas de control.
Juan Reyes, vendedor de monigotes, resaltó el operativo policial, indicando que de esta manera puede trabajar tranquilo. “Es peligrosa la tenencia y comercialización de explosivos en esta zona, nosotros no lo hacemos, los muñecos que producimos son hechos de papel, la presencia de fuego cerca podría causar una catástrofe, por eso estamos de acuerdo con la intervención de las autoridades”.
El coronel Rodrigo Braganza, jefe del GIR de la Zona 8, indicó que en lo que va del año se han decomisado 2 toneladas de explosivos de fabricación artesanal e importada que no contaban con los permisos correspondientes para su comercialización y almacenamiento, en la zona 8. En estos últimos días del año, el personal ha intensificado acciones para ejecutar fuertes controles.
Los lugares más visitados por nuestros agentes y por uniformados de otras unidades que colaboran en este trabajo están la avenida Rodolfo Baquerizo, de la ciudadela Alborada, en los exteriores de un centro comercial ubicado en la avenida Carlos Julio Arosemena, en el sector de la Bahía, la calle 6 de Marzo, en el centro y gran parte del Guasmo, al sur de la urbe porteña, dijo Braganza.
Campaña de socialización
La campaña Pirotecnia Responsable está vigente desde el mes pasado y busca generar conciencia en la comunidad sobre el peligro que representa la manipulación de los detonantes, en especial por los menores de edad.
El mayor Wilson Granda, jefe operativo del GIR de la zona 8, explicó que la difusión de este importante mensaje empieza a dar sus resultados. “Los niños y adolescentes ahora entienden por qué les pedimos no utilizar explosivos, las consecuencias son fatales. Los adultos por su parte también colaboran en la actualidad para disminuir el número de accidentes”, agregó el oficial.
