Noriega fue sometido este martes a una cirugía para extirparle un tumor cerebral benigno y horas después presentó complicaciones.
Noriega, de 83 años, está pagando una condena de 20 años por violaciones a los derechos humanos. En enero de 2017 las autoridades judiciales aceptaron otorgarle un arresto domiciliario por esta cirugía.
Sandra Noriega, su hija, le explicó a CNN en Español que al salir del quirófano se le practicaron exámenes post operatorios, detectando que tenía hemorragia severa.
Su abogado explicó que se le indujo a un coma para mantenerlo sedado por lo menos 5 días para que el cuerpo se recupere y que se le hicieron transfusiones de sangre, plaquetas y plasma.
«Su estado es crítico y está en cuidados intensivos. La hemorragia que sufrió tras su operación a cráneo abierto pudo ser controlada. La situación es delicada», dijo Ezra Ángel.
Noriega habría sido trasladado al quirófano de nuevo para controlar la situación, dijo su hija.
Noriega, de 83 años, se convirtió en el hombre fuerte de Panamá en los ochenta, tras la muerte de Ómar Torrijos en un accidente aéreo en 1981. Para 1983 controlaba tanto las fuerzas armadas como el gobierno civil panameño.
En 1988 Noriega fue acusado en Estados Unidos por cargos de lavado de dinero y narcotráfico. Fue acusado de tener vínculos con el cartel de Medellín del capo colombiano Pablo Escobar y obtener una fortuna multimillonaria por esa relación.
En medio de crecientes disturbios en Panamá, el entonces presidente estadounidense George H.W. Bush ordenó la invasión de Panamá en diciembre de 1989, asegurando que el régimen de Noriega era una amenaza para la vida y la propiedad de los estadounidenses. Noriega huyó de su oficina y trató de buscar refugio en la embajada de El Vaticano en Ciudad de Panamá. Los soldados colocaron altavoces a todo volumen alrededor del complejo como táctica psicológica. Finalmente se rindió el 3 de enero de 1990, y fue escoltado a Estados Unidos para un juicio civil, donde cumplió una condena de 20 años.
En 2010 llegó a Francia, donde cumplió una condena por blanqueo de capital, antes de ser extraditado a Panamá, en diciembre de 2011, donde cumple condena por violaciones a los derechos humanos.