«Hemos dejado de ocultar nuestros problemas, empezando por el más importante, que es el altísimo nivel de pobreza», ya que «más de un argentino de cada tres está en esa situación», admitió el mandatario durante su visita a la muestra agroindustrial ExpoAgro 2017 en la ciudad bonaerense de San Nicolás.
«Hemos sincerado lo que pasaba en nuestra realidad», destacó en referencia a las cuestionadas estadísticas oficiales difundidas durante el kirchnerismo.
Macri realizó estas declaraciones después de que este jueves una investigación de la Universidad Católica Argentina (UCA) mostrara que la tasa de pobreza urbana en el país suramericano subió hasta el 32,9 % en los primeros diez meses de Gobierno del mandatario (que llegó al poder en diciembre de 2015), afectando a 1,5 millones de personas más.
Además, según el mismo informe, 2,7 millones (6,9 % de la población) estaban en situación de indigencia en el tercer trimestre del pasado año, 600.000 más que a finales de 2015.
En ese sentido, el jefe del Ejecutivo admitió que deben «estar cerca de todos aquellos que necesitan herramientas para poder progresar» y pidió que cuando finalice su mandato, lo primero que se debe evaluar es si tuvo «la suerte o el éxito» de lograr reducir la pobreza.
Por otro lado, celebró que tras años de «estancamientos» y «mentiras», el país lleva «cinco meses consecutivos de crecimiento».
Después de realizar un recorrido por la exposición, Macri volvió a destacar su buena relación con el sector rural argentino, que marcó algunas de las políticas económicas que puso en marcha en cuanto llegó al Gobierno, como la eliminación de impuestos sobre las exportaciones de granos y la baja en retenciones para las ventas al exterior de soja, el cultivo estrella del país austral.
«Creo profundamente que el campo es el gran motor que tiene la Argentina» y «sacar las retenciones» es «respetar también las economías regionales» porque «era un impuesto que aplastaba a todos», aseguró.
Asimismo, destacó que en el último año, se batió «récord absoluto» en la producción de trigo, en la compra de maquinaria agrícola y en el uso de fertilizantes.
«No aflojen», pidió el presidente a los ciudadanos antes de sentenciar su discurso con un «¡aguante (resista) el campo!».