En NotiMundo Estelar, José Vargas, vocero institucional de la Policía Nacional, explicó que ya no es necesario esperar 24 horas para activar las alarmas de secuestro, pues las primeras horas son vitales para prevenir un daño mayor.

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Entre 30 y 35 niños desaparecen cada mes en el Ecuador. De esta cifra, un total anual de más de 400 menores, el 20% huye a diario de sus casas por violencia intrafamiliar. Otros son secuestrados por la delincuencia común, para obtener de ellos beneficios a través de la mendicidad y la prostitución.

En este contexto,  el coronel José Vargas, vocero institucional de la Policía Nacional, explicó que la mayoría de casos de desaparición de menores de edad se tratan de desaparición voluntaria; es decir, de casos donde los niños y adolescentes huyen del hogar por situaciones de violencia intrafamiliar.

Por ejemplo, afirmó Vargas, en 2014 se registraron 9 402 casos de personas desaparecidas que fueron localizadas; de estos, tan solo 277 fueron investigados, pues el resto de personas regresaron a las pocos días.

Sin embargo, el Coronel enfatizó que la Policía a sumado esfuerzos para apresurar el proceso de investigación y acción en casos que cumplan las características de secuestro, ya que «las primera horas son fundamentales para que el agresor no se aleje con la víctima o se produzca algún daño mayor«.

Por este motivo, se implementó la ‘Alerta Emilia’, que es un protocolo de acción rápida interinstitucional para la propagación masiva de información a nivel nacional sobre la víctima. En las últimas semanas, gracias a este procedimiento, las autoridades pudieron localizar a la niña Anahí.

«En la mayoría de casos, cuando el agresor se siente acorralado, tiende a liberar a su víctima. Esta alerta, de hecho, mantiene una fuerte presión psicológica sobre el secuestrador», subrayó Vargas.