Las operaciones desplegadas esta semana en Guayaquil dejaron al menos 120 amonestados, porque sus automotores no tenían placas o porque se movilizaban con todos los vidrios oscuros.

En Guayaquil y Quito está el mayor número de autos retenidos por esa causa. Luego aparecen El Oro, Manabí y Esmeraldas. Crédito: El Comercio.

El vehículo sin placas circulaba en Guayaquil y en Durán. Allí se movilizaba siempre el cabecilla de un grupo delictivo. La última vez que se lo vio fue en octubre pasado, cuando llegó a un barrio de Durán y sus colaboradores asesinaron a dos hombres que se encontraban en una cancha de fútbol.

En el tiroteo, siete personas más fueron heridas. Hoy, la Policía cuenta que sus investigadores se tomaron un mes para ubicar el automotor.

Le siguieron a través de cámaras. Ese es uno de los mecanismos que los agentes tienen para levantar información sobre los carros sin identificaciones.

Así capturaron al cabecilla a inicios de noviembre y han descubierto que las redes mafiosas usan con mayor frecuencia autos sin placas para cometer crímenes, asaltar con armas, robar casas, traficar droga y cometer otros 19 tipos de ilícitos.

Personal de Inteligencia confirma esa información. Las primeras alertas de lo que ocurre estallaron en el Comité de Seguridad, que por la ola de violencia reportada en Guayaquil y en cantones cercanos se instaló esta semana.

Tras conocer todos los detalles se emitieron órdenes para que se ejecuten operativos en las vías y se sancione a quienes circulan sin las placas o con los vidrios polarizados.

Esa disposición se elevó a escala nacional, pues hasta finales de noviembre se detectó que 2 888 vehículos se usaron en el país para cometer ilícitos.

En Guayaquil y Quito está el mayor número de autos retenidos por esa causa. Luego aparecen El Oro, Manabí y Esmeraldas.

Información levantada por los uniformados indica que la estrategia de las redes ilegales es utilizar este medio de transporte para movilizar a más miembros de las bandas y perpetrar asaltos ‘complicados’.

Eso se observó en una zona del norte capitalino. Un auto sin series ingresó a un condominio y cuatro hombres se llevaron dos vehículos de los estacionamientos, pese a la presencia de guardias privados.

Para operar, los armados no solo retiran la placa, sino que las alteran. Existen casos en que los carros usados en ilícitos tienen varias anomalías.

En octubre, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT)-Quito entregó a la Policía 21 automotores que estaban reportados como desaparecidos o no constaban en ningún sistema. Habían ingresado al país clandestinamente.

Otros tenían el chasís y los motores remarcados. En Cuenca también hay denuncias de robos con ayuda de autos sin series. Luego de los seguimientos se desarticuló un grupo que robaba casas.

Los sospechosos se transportaban en un 4×4 color plomo. Tras ese episodio, otros 49 autos han sido retenidos para investigación en este año.

En cambio, en Guayaquil se detectó que las bandas usan este mecanismo, principalmente, para cometer crímenes. Un caso ocurrió hace ocho días.

Un periodista deportivo fue asesinado en el norte de la ciudad. La Policía dijo que los sospechosos operaban en un vehículo y en una moto.

La Alcaldía anunció que colocará cámaras de video en las vías de acceso a la ciudad. La idea es conocer de qué zonas arriban los carros sin identificaciones y tener una base de datos.

Por ahora, las operaciones desplegadas esta semana en Guayaquil dejaron al menos 120 amonestados, porque sus automotores no tenían placas o porque se movilizaban con todos los vidrios oscuros.

La primera es una contravención de cuarta clase. El Código Penal (art. 389) la sanciona con una multa de 30% del salario básico y reducción de seis puntos en la licencia (en el Puerto Principal, la penalidad es de USD 400).

La segunda es una contravención de sexta clase, castigada con el 10% del salario y tres puntos menos en el permiso de manejo.

Fuente: El Comercio