Esta semana, el Estado Islámico nuevamente amenazó al mundo y en particular a Estados Unidos con una serie de atentados que se realizarían en Nueva York en Navidad y Año Nuevo. Esta vez, según publicaron en sus redes, por el reconocimiento de Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel y no de Palestina.

Imagen referencial Shutterstock

Sigue la ola de amenazas del Estado Islámico a personalidades del mundo: ahora apuntaron a la reina Isabel II

Tras intimidar a los futbolistas Messi, Neymar y Ronaldo, al papa Francisco, a la ciudad de Nueva York, los yihadistas se concentraron esta vez en la regente del Reino Unido, mientras continúan retrocediendo día a día en Siria e Iraq.

El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) lo hizo de nuevo: mientras día a día pierde territorio, soldados y capacidades, en redes sociales renovó sus amenazas a Occidente concentrándose en «objetivos» de alto perfil.

Hace pocas semanas, sus seguidores publicaron imágenes violentas centradas en los futbolistas globalmente conocidos, como Lionel Messi, Neymar y Cristiano Ronaldo, en el marco de una amenaza general al Mundial de Rusia 2018.

Luego fue el turno de sitios turísticos como el Vaticano, Roma, la Torre Eiffel, París, o Times Square, en Nueva York, seguidos por una cruenta imagen del papa Francisco. Ayer, los objetivos fueron la Navidad y la figura de Santa Claus, también conocido como Papá Noel. En sitios de alta demanda turística y que fueron difundidos en imágenes a través de sus redes sociales.

Este viernes, volvió a concentrar su guerra mediática en una figura de alto valor simbólico en Occidente: la reina Isabel II del Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelandia.

El póster distribuido en redes sociales muestra un retrato de la regente inglesa y la bandera de Gran Bretaña manchadas por sangre y amenazadas por un cuchillo.

«Bajo observación… pronto», es la única inscripción de la imagen divulgada por Terror Monitor, organización que releva e investiga hechos terroristas en todo el mundo.

Gran Bretaña mantiene un fuerte rol en Medio Oriente, con presencia militar en Iraq, Siria y Afganistán, y es un blanco usual de ataques terroristas perpetrados por grupos yihadistas.

Este año fue particularmente sombrío, ya que el Reino Unido sufrió cinco atentados. Cuatro ocurrieron en Londres, incluyendo los realizados con vehículos en los puentes de Westminster y Londres, que en conjunto causaron 12 muertos y decenas de heridos. Mientras que una brutal explosión en un concierto en Manchester dejó un saldo de 22 heridos.

Todos estos ataques estuvieron ligados al extremismo islámico y específicamente al ISIS, que a pesar de sus derrotas militares sigue manteniendo, al menos por ahora, la capacidad de atentar.