Mientras el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) realizaba su segunda marcha contra el gobierno de Guillermo Lasso, el Ejecutivo anunció una nueva estrategia de gobernabilidad: abrir los diálogos a más organizaciones sociales.

Créditos: CONAIE

El subsecretario de Gobernabilidad, Juan Manuel Fuertes, explicó que el Gobierno está planteando una serie de diálogos con varias organizaciones de la sociedad civil, entre las que se ubica el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT), que protagonizó ayer (15 de septiembre del 2021) una jornada de protestas.

“El viernes fuimos notificados por la Presidencia de la República de un requerimiento del FUT”, explicó Fuertes, quien aseguró que esa reunión se trasladó para hoy. “Ese será el preámbulo de una serie de reuniones que se irán implementando desde la próxima semana “una vez que se estabilice el gabinete, procederá a llevar las mesas de diálogo desde varias organizaciones”.

“Lo que hemos hecho en este tiempo -aseguró Fuertes- es una recopilación de los planteamientos que se formulan desde varios sectores y, a partir de ello, establecer una clasificación de temas, para que con ese sustento podamos efectuar una comparecencia interinstitucional de las diversas dependencias del Gobierno central que tienen competencia en cada materia”.

Ángel Sánchez, presidente del FUT, confirmó que la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, los invitó a un diálogo preliminar, previsto para hoy, aunque aseguró que la cita aún no se oficializa. José Villavicencio, otro dirigente del FUT, pidió que la invitación se formalice por escrito. No descartó radicalizar las medidas.

Las principales demandas del FUT son la eliminación del sistema de bandas para fijar el precio de los combustibles, la declaratoria de inconstitucionalidad de la denominada Ley Humanitaria, el pago de las obligaciones que el Gobierno mantiene con el IESS y el rechazo al acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

También mostraron su oposición al proyecto Creando Oportunidades, que plantea el Gobierno para reducir el desempleo que afecta a 7 de cada 10 ecuatorianos.

Esa normativa implicaría el establecimiento de un segundo régimen laboral, para facilitar la contratación de quienes no tienen empleo. Según el Gobierno, “no se tocará” el actual Código de Trabajo ni sus derechos consagrados.

Sin embargo, eso no convence a Mesías Tatamuez, uno de los dirigentes históricos del FUT que estuvo ayer en la marcha. “No podemos tener dos códigos de trabajo, no puede haber ciudadanos de primera y de segunda”.

Lo que se anunciaba como una jornada mancomunada entre trabajadores y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) no se concretó. Segundo Poalasín, presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT) explicó que las bases decidieron no participar. Dijo que van a esperar la asamblea ampliada, convocada para mañana por la Conaie. Ahí se adoptarán las medidas por el incremento de los combustibles.

El presidente de la República, Guillermo Lasso, también se refirió a las manifestaciones y reiteró el llamado al diálogo. “El espíritu del Ecuador del encuentro es la unidad nacional. Vivimos en un país diverso, intercultural y plurinacional. El cambio se logra con diálogo pacífico, no con paros liderados por intereses personales”.

En Guayaquil, la movilización convocada por el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT) se tomó la avenida 9 de Octubre, la principal arteria vial y comercial de la ciudad.

Al gremio de los trabajadores se unieron los profesores de la Unión Nacional de Educadores (UNE), el Frente de Trabajadores del Guayas, el Comité de Derechos Humanos, entre otras organizaciones.

Esta jornada de movilizaciones empezó en Guayas y Los Ríos, más temprano, con el cierre de varias vías importantes.

De acuerdo con la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), hasta el cierre de esta edición permanecían cerradas en Guayas las vías ubicadas en Samborondón, a la altura del redondel de ingreso al Puente Alterno Norte; el recinto Tres Postes, en la vía a Jujan; en el recinto El Porvenir, en Santa Lucía; la T de Daule; y, el recinto Petrillo, en Nobol.

Fuente: El Comercio, nota original: LINK