La presidenta de la comisión de fiscalización de la Asamblea Nacional, María José Carrión, habló en exclusiva para Notimundo a la Carta, con Marcela Holguín, del proceso jurídico que se lleva a cabo en contra del Ministro de Educación y la falta de interés del sector opositor ante la presentación cargos y descargos de las autoridades involucradas en este caso.

Asamblea Nacional

La asambleísta de Alianza País y también presidenta de la comisión de fiscalización, María José Carrión anunció que la presentación de cargos y descargos, tanto del sector legislativo opositor y del ministro Augusto Espinosa, terminaron ayer en la Asamblea. La legisladora oficialista manifestó su preocupación ante la falta de interés y pruebas de los demandantes en este caso jurídico. “En la comparecencia del día viernes apenas participaron ocho de los 37 asambleístas firmantes y solo uno dejó documentos que fueron básicamente recortes de periódicos”, dijo Carrión.

Sin embargo, Carrión recalcó que el papel que tienen como integrantes de esta comisión es de que “a pesar de que no existe una responsabilidad de los asambleístas que firmaron, hacer respetar la ley que los faculta el poder participar de las comparecencias en el ámbito del descargo”, que, según Carrión, no se dio del lado opositor. Además agregó que en la intervención del ministro Espinosa solo uno de estos asambleístas participó y calificó de “criticable” la actitud de las entidades opositoras. Por otra parte, se refirió al comentario de la audiencia pública sobre la presentación de pruebas del ministro junto con organizaciones que hacían una supuesta defensa al ministro. Ante esto, Carrión mencionó que “los legisladores tienen la potestad de solicitar que se reciban a comisión general a organizaciones sociales”, agregando que no es la primera vez que se realiza este tipo de participación.

De igual manera, para Carrión, estas posturas solo demuestran que los asambleísta del sector opositor “solo quisieron hacer una plataforma mediática (…) Ya el año electoral pone a muchos a correr hacia un proceso de reelección o quizá catapultarse en otras dignidades”, lo cual no quita la legitimidad, según la asambleísta.