El destino de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) está en manos de Bolivia, el país que la semana pasada asumió la presidencia pro tempore del bloque.

EFE

Ese mismo día Colombia, Perú, Chile, Argentina, Brasil y Paraguay comunicaron su decisión de suspender su participación en el foro hasta que no se resuelvan los problemas estructurales, entre ellos la designación del secretario general.

La vacante está hace año y medio, pero las seis naciones, la mitad de los integrantes de Unasur, esperaron a que la presidencia caiga en manos de Bolivia para dar a conocer la noticia. Frente a eso, el canciller boliviano, Fernando Huanacuni, aclaró que la crisis de Unasur “no se va a resolver con el silencio, no se va a resolver sin una convocatoria” y apeló al “diálogo y la negociación”.

La Paz está “consensuando las fechas” de la convocatoria a una reunión extraordinaria del organismo en su sede de Quito “para la segunda quincena de mayo” y designar al nuevo secretario general.

El puesto está vacante desde principios de 2017, cuando terminó sus funciones el expresidente colombiano Ernesto Samper. Huanacuni destacó la importancia de la Organización porque existen temas propios de la región que no pueden abordarse en otras instancias. “Somos vecinos (…) hay temas que los vamos a resolver”, recalcó el ministro.