Tres bomberos estadounidenses murieron este jueves al estrellarse su avión en el sureste de Australia, donde el fuego gana terreno gracias a los vientos y a una nueva subida de las temperaturas.

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Los incendios forestales que están devastando esta región de Australia desde hace semanas habían perdido fuerza en estos días gracias a las lluvias y a un descenso de las temperaturas. Pero la batalla contra el fuego se recrudeció el jueves, especialmente en siete focos de incendios.

Justamente en uno de ellos, situado en las Snowy Mountains, en Nueva Gales del Sur, trabajaba el C-130 Hércules con el que se perdió el contacto pasado el jueves al mediodía.

El ministro australiano de los Servicios de emergencia, David Littleproud, consideró que la tragedia ilustra “los peligros” a los que los bomberos están dispuestos a hacer frente para proteger a la población.

Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK