El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dio un ultimátum de una semana a la Asamblea para que apruebe un préstamo para seguridad.

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El actual enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo, y en especial el papel que han jugado en él las fuerzas de seguridad, desató las alarmas dentro y fuera del país. En el centro está un crédito que será usado para el equipamiento del ejército y la policía, y que es clave para avanzar en el plan del gobierno contra las violentas pandillas.

Hablando desde una tarima a seguidores y empleados estatales congregados en las cercanías del Congreso para presionar a los legisladores a aprobar el préstamo de USD 109 millones, Bukele dijo: “Les pido paciencia, si estos sinvergüenzas (los diputados) no aprueban esta semana el Plan Control Territorial los volvemos a convocar el domingo (que viene)”.

Cuando el mandatario se presentó al recinto, el Parlamento estaba inusualmente custodiado por efectivos militares provistos de chalecos antibalas y fusiles de asalto M-16.

El hecho se produjo a pesar de que el presidente de la Asamblea, Mario Ponce, había convocado el sábado 8 de febrero a los parlamentarios a sesionar sobre el polémico préstamo el lunes 10 de febrero, luego de que fracasara esa noche un intento de celebrar una sesión extraordinaria.

Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK