El Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Guillaume Long, durante una charla en la Universidad de Santiago de Chile, señaló las razones que condujeron al Gobierno de la Revolución Ciudadana a proponer un Pacto Ético en el Ecuador que propicie la lucha, nacional e internacional, en contra de los paraísos fiscales.

Cancillería

Luego de hacer una breve reflexión histórica de la década que antecedió a la llegada al poder del Presidente Rafael Correa, el Canciller Long afirmó que la redistribución de la riqueza es un tema clave en el contexto de América Latina, pues es la región más desigual del mundo y de esta problemática devienen todos sus males.

“América Latina es la región mas desigual del mundo para vergüenza de los latinoamericanos y cualquier proyecto político para nosostros viable tiene que enfrentar esta situación. Muchos de los males que nuestros países enfrentan, nacen de la desigualdad, incluso más que de la pobreza”, apuntó el Canciller.

Sostuvo que sumada a esa desigualdad hay otro factor a analizar y es el de ser la región más urbanizada del planeta. “Contrariamente a los estereotipos, cerca del 60% de nuestra población es urbana. La desigualdad genera altas tasas de violencia urbana, delincuencial y problemas vinculados a la falta de cohesion social”, detalló.

En ese contexto, el Ministro aseguró que la redistribución de la riqueza sirve para enfrentar esa desigualdad y existen dos tipos: la redistribucion de carácter nacional, que procura redistribuir el Producto Interno Bruto ecuatoriano (PIB); y, otra de carácter internacional; que busca cambiar el rol productivo en el sistema mundo, dejar de ser un país exclusivamente primario exportador, que depende de materias primas, para dar un salto hacia otro tipo de producción y captar mayor recursos a través de este cambio en el patrón productivo.

“No estar solo produciendo banano, sino también otro tipo de bienes, servicios y llegar cada vez más a la economía del conocimiento. Yo estoy convencido que el siglo XXI será el siglo del conocimiento, la innovación, la ciencia y la tecnología y las grandes peleas las vamos a vivir con mucha mayor fuerza en el tema propiedad intelectual. Esos son los grandes debates que hemos decidido enfrentar”, aseguró Long.

En su alocución indicó que luego de poner en práctica la redistribución se pueden observar grandes avances. “Crecimos mucho, el PIB ecuatoriano pasó de cerca de 50 mil millones a 100 mil millones de dólares en apenas 9 años. Crecimos redistribuyendo, fuimos de los países que más redujo pobreza en América Latina la última década y el que más redujo desigualdad y lo hicimos con una fuerte inversión pública”.

“Pasamos del 4% del PIB en inversión pública al 15% PIB cuando el promedio en América Latina es del 5%”-prosiguió el Canciller- “una inversión pública enorme. Y lo interesante es que la inversión privada pasó probablemente de un 2% PIB a un 7%, atraída por las grandes inversiones”.

Respecto a los argumentos que buscan minimizar las acciones gubernamentales, el jefe de la diplomacia ecuatoriana señaló que “cuando subió el precio del petróleo. El Gobierno no esperó pasivamente la bonanza petrolera, sino que renegociamos todos los contratos petroleros del país. Antes recibíamos una regalía del 20 % ahora entregamos una regalía del 20% a las empresas multinacionales y el 80% se queda en el país. Ahí hubo una lucha política que nos permitió capitalizar los recursos del petróleo”.

Asimismo, detalló que en ese proyecto de país iniciado en 2008 que transformó al Ecuador era necesario diversificar la economía y hacer una gran reforma tributaria. “Y lo hicimos. Las Naciones Unidas lo han dicho, una de las reformas tributarias de las más ambiciosas de este siglo. Pasamos en el año 2006, de tener una renta tributaria de 4 mil millones de dólares a recaudar 15 mil millones de dólares, en 2015”.

Según argumentó el Canciller Long, el mayor impacto de esta medida fue crear en la sociedad ecuatoriana una verdadera cultura tributaria aunque señaló que “a pesar del avance que hemos hecho en términos fiscales en el Ecuador, los estudios preliminares establecen que montos cercanos al 30%, en términos de nuestro PIB, que es la tercera parte de nuestra economía estarían escondidos en paraísos fiscales”.

Esos montos podrían ser invertidos en la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto, manifestó el ministro. Sin embargo “hay 30 mil millones de dólares escondidos por ahí en paraísos fiscales. Para nosotros definitivamente es un tema inaceptable, pero creemos que esta nueva coyuntura política mundial nos puede ayudar a generar los consensos necesarios para poner fin a esa práctica inaceptable”.

De ahí nace la propuesta del Presidente Correa de un Pacto Ético “nosotros como Cancillería con fuerza, con una pelea a nivel mundial, lo dijimos en la Asamblea de las NN.UU, ese fue nuestro mensaje principal para, ojalá, erradicar los paraísos fiscales, realmente es una de las grandes contradicciones del capitalismo contemporáneo”, dijo el Canciller.

Y continuó, “para nosotros es un tema de justicia global, de redistribución, de justicia fiscal, pero para otros países es un tema más vinculado al ámbito de la seguridad, en hora buena si es que por motivos diferentes podemos llegar a un acuerdo mutuo, un consenso”.

De igual forma, reiteró la propuesta de crear un cuerpo intergubernamental para normar las prácticas y políticas fiscales de todos los países. “Estoy convencido que la política exterior no solamente es el tema de la defensa de intereses, sino también de grandes ideales”.

Al finalizar su intervención, el Canciller del Ecuador mostró su indignación frente a la indolencia de las élites que “mientras los migrantes ecuatorianos durante décadas, gente pobre, humilde que viajó a EE.UU., Europa y a otros lugares, para tener una mejor oportunidad, estén enviando remesas y durante varios años de nuestra vida las remesas hayan sido el primer rubro de ingreso de divisas, incluso en algunos años más que el petróleo; ellos (las élites) han escondido recursos en paraísos fiscales”.