La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, rechazó las pretensiones intervencionistas de Estados Unidos en su país, en una comparecencia especial ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Desde Venezuela no vamos a permitir que aquí a ningún país y lo voy a decir con nombre y apellidos: EE.UU, que sirviéndose de la Secretaría General y de factores violentos en Venezuela, pretenda la intervención en nuestra patria”, señaló Rodríguez.

Indicó que los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) han acompañado la propuesta de que la OEA debe ser un espacio de diálogo entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y América del Norte”.

La jefa de la diplomacia venezolana aludió a la intención desde la OEA, con apoyo de su Secretaría General, de aplicar a su país la carta democrática de la agrupación, “pretendiendo pasar por encima de los Estados”.

Rechazó el accionar de la oposición venezolana apoyada desde el exterior para desarrollar un plan de desabastecimiento de productos básicos de alimentación y de medicamentos en un momento complejo para la economía nacional derivada de la reducción en un 97% del presupuesto a causa de la baja de los precios del petróleo.

“Sabemos que la caída de los precios tiene un factor geopolítico importante para atacar a países no alineados con los intereses hegemónicos del país hegemón de Estados Unidos para atacar a Rusia, para atacar a Irán, para atacar a Venezuela”, aseveró.

La canciller señaló que la historia contra Venezuela “es larga” con golpe de Estado, boicot petrolero, socioeconómico, financiero y acecho mediático contra el estado constitucional desde que llegó al poder el extinto comandante Hugo Chávez.

Dijo que deberían preguntarse quienes pretenden sacar al presidente Nicolás Maduro y derrotar la voluntad popular por qué nada les sale bien. «Ya vieron que los precios bajos tampoco lograron sacar al presidente Maduro», acotó.

Comentó cómo recientemente 59 empresas petroleras estadounidenses quebraron y apuntó que es tan fuerte la necesidad geopolítica de derrotar a los países que no están alineados con el país hegemón, “que no les importa sacrificar a su propia clase económica”.

Invitó al gobierno estadounidense a un debate sincero sobre democracia y reiteró el llamado al gobierno de Estados Unidos -“y no nos estamos refiriendo a su pueblo que también es víctima del sistema político existente en este país”, acotó- a encauzar las diferencias políticas e ideológicas de la forma cordial mediante la cooperación y la solidaridad, “como lo contempla la carta de la ONU y de la OEA”.

Sin embargo, denunció que la respuesta es la arremetida con una campaña apoyada por la secretaria general de la OEA sin el consentimiento o la solicitud de un Estado soberano. “Eso no es posible, incluso doctrina misma de esta organización está siendo desconocida, además de vulnerar sus normas esenciales”, aseveró.