China acusó hoy al expresidente de Interpol, el chino Meng Hongwei, que permanece detenido en un lugar secreto, de haber recibido sobornos, y advirtió a los miembros del partido comunista de que, en la lucha contra la corrupción, nadie está por encima de la ley porque estos delitos "no quedarán impunes".

EFE

El Ministerio de Seguridad Pública, Zhao Kezhi, se reunió esta jornada con un comité del partido comunista para informarle de la investigación abierta contra Meng, pero también para advertirle de que la corrupción tiene consecuencias, sea quien sea quien las cometa.

«Cualquier persona que viole la ley debe ser severamente castigada», recordó el ministro, que quiere convertir la polémica detención del exjefe de la organización internacional en un caso ejemplar de la lucha anticorrupción del Gobierno de Xi Jinping.

Meng, viceministro chino de Seguridad Pública cuando fue elegido presidente de Interpol en 2016, desapareció misteriosamente tras subir a un avión con destino a China el pasado 25 de septiembre, momento en el que su familia dejó de tener noticias suyas y se perdió su pista.

Tras varios días de silencio y ante la presión internacional, que exigía a China explicaciones sobre su desaparición, la Comisión Nacional de Supervisión (el órgano anticorrupción chino) confirmó su detención anoche, sin dar detalles de las causas.

Poco después, Interpol anunció la dimisión «con efecto inmediato» de su presidente después de que él mismo renunciara al cargo en una carta, según explicó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lu Kang, preguntado hoy al respecto en rueda de prensa.

El Ministerio de Seguridad Pública reveló hoy en un comunicado que la investigación a Meng se abrió tras detectar que aceptó sobornos y violó la ley estatal, un comportamiento que ha causado un «grave daño» al partido y a la seguridad nacional.

«Tenemos cero tolerancia con la corrupción», advirtió Zhao a los miembros del partido comunista que, según el Ministerio, mostraron su «apoyo unánime» a la investigación y a la lucha anticorrupción del régimen.

El comunicado destacó que, tras la reunión con el ministro, el partido considera que «no hay derecho especial ni excepción» en la lucha contra la corrupción porque «cualquier persona en contra de la ley tiene que ser investigada y castigada estrictamente».

Ahora, las autoridades seguirán investigando el comportamiento ilegal de Meng y perseguirán a aquellos que participaron con él a la hora de cometer estos delitos, «que no quedarán impunes».

«La investigación se llevará a cabo de acuerdo a nuestras leyes y reglamentos. Queda muy claro con este caso que el Partido sigue firme en su lucha contra la corrupción, y que cualquiera que viole la ley será severamente castigado», recordó el portavoz chino de Exteriores.

Aunque las desapariciones de abogados y activistas retenidos en lugares desconocidos son una constante en el país asiático, es la primera vez que el régimen comunista actúa así con un alto cargo de una organización internacional como es Interpol.

De acuerdo con la legislación china, la Policía tiene autoridad para mantener incomunicado y en un lugar secreto hasta seis meses a sospechosos de ofensas contra la seguridad nacional, o acusados de terrorismo o sobornos, aunque en muchos casos se aplica a disidentes o activistas.

Desde la llegada al poder de Xi en 2013, China ha juzgado a numerosos funcionarios por recibir sobornos dentro de su campaña anticorrupción, con la que ha lanzado un mensaje claro: que nadie está por encima del partido y de su líder.

Por ejemplo, el pasado mayo, Sun Zhengcai, alto cargo del partido, exministro de Agricultura y considerado hasta hace un año como un posible sucesor del presidente, fue condenado a cadena perpetua por aceptar sobornos.

La mujer de Meng ya ha pedido desde Lyon (donde se encuentra la sede de Interpol) ayuda a la comunidad internacional para aclarar su paradero y ha confesado tener miedo porque cree que su marido se encuentra en peligro en China.

Fuente: CNN, aliado estratégico de FM MUNDO