Con 87 votos a favor y 49 abstenciones, el Pleno de la Asamblea no dio paso a la censura y destitución de los vocales y la expresidenta del Consejo de la Judicatura. Los votos afirmativos fueron de asambleístas de UNES, del Partido Social Cristiano (PSC), parte de la Izquierda Democrática (ID) y Pachakutik (PK) y algunos independientes. Mientras que, quienes se abstuvieron, forman parte de la bancada oficialista BAN, la mayoría de PK y otra parte de la ID.

Créditos: El Universo

Previo a la votación, continuaban los cabildeos al interior de los partidos que intentaban convencer a sus coidearios de tomar una postura. En este sentido, la ID se volvió a dividir. Luego de que Alejandro Jaramillo aseguró que la bancada se iba a abstener, el legislador Marlon Cadena, acompañado de 7 asambleístas más, anunció que votarán a favor de la destitución de los vocales de la Judicatura. No obstante, las voluntades no fueron suficientes.

La moción, presentada por la asambleísta de Unes, Viviana Veloz (UNES), quien proponía la destitución y censura, no alcanzó los 92 votos que eran necesarios, luego de cuatro horas de debate, en las que intervinieron 27 asambleístas de las distintas bancadas.

En NotiMundo Estelar, Esteban Ron, director de la Escuela de Derecho de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), aseguró que el resultado final, “lamentablemente”, estaba en manos de Pachakutik. “Digo esto no por la ideología de PK sino por la inestabiidad interna que este tiene y que no puede definir ni tomar deciosiones en virtud de una organicidad”, dijo.

Ron resaltó las falencias del sistema judicial y precisó que, de acuerdo con varias encuestadoras, este sector tiene los números más grandes de desprestigio histórico en cuanto a su gestión y debilidad.

Además, hizo un repaso por la conformación del Sistema de la Judicatura, por ejemplo, y señaló que existen fallas en el nombramiento de los vocales de la institución.

Recordó que el impedimento laboral con el que cuenta Fausto Murillo, actual presidente del CJ, evidencia la injerencia y la “alcahuetería política” de otras instancias porque él no pudo haber sido, ni si quiera, posesionado con esta dificultad.

“La función judicial ha tenido exabruptos, inmersiones por parte de fuerzas políticas y, asimismo, ha existido el tráfico de influencias de siempre”, dijo Ron y agregó que esas son las consecuencias de la falta de revisión de las inhabilidades y requisitos para ser miembros del CJ.

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