Es precisamente cuando se está cerca de la meta que el oxígeno empieza a faltar. Ocurre en todos los ámbitos y es aún más frecuente en la política y en las negociaciones de cualquier índole. Es clave por lo tanto mantener la calma y la firmeza que han caracterizado al gobierno de Colombia para no terminar por entregar unos mínimos necesarios para aceptar los acuerdos a los que se llegue con las FARC.

El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) anunciaron esta semana el cronograma del desarme de la guerrilla, uno de los puntos más delicados de las negociaciones que después de cuatro años avanzan encarriladas hacia la última fase.

El anuncio se conoce un mes y medio después de que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las fuerzas insurgentes firmaran en La Habana un pacto que incluye el cese bilateral y definitivo del fuego, lo cual se decidió realizar en tres etapas bajo la supervisión de la ONU.

La guerrilla entregará el 30 % del arsenal en 90 días, otro 30 % en 120 días y el resto en 150 días. «Las FARC habrán entregado la totalidad de sus armas a las Naciones Unidas» en seis meses, dijo Humberto de la Calle, jefe del equipo del gobierno en las negociaciones. La ONU dirimirá las denuncias en los casos de violaciones de cese al fuego.

Este anuncio se lo realiza al mismo tiempo que comenzaron las inspecciones por parte de delegaciones del gobierno, de Naciones Unidas y de las FARC de seis regiones donde se considera se concentrarán los guerrilleros una vez firmada la paz entre las partes. El objetivo es que la delegación tripartita verifique sobre el terreno si las 23 zonas rurales y los ocho campamentos son idóneos en cuanto a seguridad y logística para la concentración de los alzados en armas.

Sin embargo, todo lo acordado en La Habana entre el Gobierno y las FARC podría estar en riesgo  porque, según encuestas, el «No» se impondría en el plebiscito para refrendar el acuerdo de paz con el que se busca poner fin a medio siglo de conflicto armado.

Según datos de la encuesta Colombia Opina, publicada el domingo 7, solo el 39 % de los colombianos votaría por el «Sí» en el plebiscito, mientras que el 50 % lo haría por el «No», en un claro retroceso de la tendencia mostrada en julio, cuando el «Sí» obtenía el 56 %, mientras el «No» llegaba a 39 %. La encuesta, realizada por la firma de Ipsos para RCN Radio y Televisión, La F.m. y SEMANA, mostró un fuerte pesimismo de los colombianos frente al proceso de paz, la gestión del gobierno y los temas coyunturales.

El 63 % de los consultados se mostró pesimista en cuando a la posibilidad de que los diálogos de paz lleguen a un acuerdo definitivo y solo el 35 % piensa que tendrán un final positivo, mientras 59 % de los consultados aseguró que saldrá a votar y el 41 % sostuvo que no participará.

Jorge Ortiz, periodista y analista de conflictos armados, semanas atrás en FmMundo,  indicó que hay mucha gente en Colombia, por experiencias pasadas, que dudan de la dejación de las armas por parte de las FARC, y desde su punto de vista, se le ha dado más concesiones de las que hubiese sido conveniente al grupo armado porque abre un camino para que las siguientes negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) caiga en lo mismo y, ellos exijan mayores condiciones que lleven a la impunidad.

«Se debería pensar cuál es la paz más eficiente. Si la paz negociada, cuyo cumplimiento es dudoso, o la paz con victoria militar como aseguró el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, que estaba por conseguirse», dijo el periodista, quien añadió que pensar que por un acuerdo de paz, toda esa gente de las FARC pasará a la vida legal es demasiado optimista.

Este mismo criterio lo tiene Jorge Asdrúbal García, corresponsal de CNN en Colombia, quien aseguró que la situación actual no es alentadora para los intereses del Gobierno y las FARC, pues se vive un ambiente tenso y el pesimismo no es menor entre la población.

Pese a estos números, la campaña para el plebiscito que refrendará el proceso de paz que adelanta el Gobierno de Colombia con la guerrilla de las FARC en La Habana arrancó sin tener una fecha establecida para ir a las urnas.

El Centro Democrático, principal partido opositor el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, anunció este miércoles su postura y en cabeza del expresidente y hoy senador Álvaro Uribe inició la campaña por el ‘No’. “Nos queda la opción de decir Sí a la paz votando ‘No’ al plebiscito”, dijo el senador Uribe.

De su lado, el expresidente César Gaviria, jefe de la campaña por el ‘Sí’ aseguró en diálogo con periodistas que “quien vote ‘No’ al plebiscito está votando por la guerra”.

¿Qué pasa si gana el sí, o si gana el no? La Corte decidió que para ganar cualquiera de las dos opciones (sí o no) debe obtener el 13 % del censo electoral colombiano, unos 4,4 millones votos. Si el «sí» es superado por el «no», se entenderá que los acuerdos fueron rechazados. La Corte no dejó claro esto. Las Farc, sin embargo, dicen que no se levantarán de la mesa, entonces el Gobierno y el Congreso deben buscar otro mecanismo para avalar los acuerdos.